Por Guillermo Cherashny.-

Desde la presidencia, desconocen la letra constitucional: que el presidente electo lo es desde el minuto uno del día 10 de diciembre próximo. A tal efecto, siguen adelante con las invitaciones a la sesión del Congreso de ese día al mediodía, donde no sólo tienen la idea de dejarle el bastón y la banda sino, lo peor, piensan llenar los palcos con fanáticos de La Cámpora y lo mismo en las inmediaciones del Congreso.

Como postre, quieren generar incidentes para que sean reprimidos por la policía y, si es posible, que produzcan una o dos muertes en la refriega, para que Mauricio Macri inicie su mandato como un represor, para que quede la marca indeleble en estos cuatro años. Pero Patricia Bullrich está enterada de este intento desestabilizador y está hablando con todas las fuerzas de seguridad para evitar estos incidentes.

«Wado» de Pedro le dijo a Emilio Monzó, el futuro presidente de la Cámara de Diputados, que ellos estaban cursando las invitaciones desde la Casa Rosada, y Monzó, sorprendido, les dijo si no estaban locos y que debían detener esas invitaciones. Sin embargo, De Pedro hizo oídos sordos.

Ya está claro que la no entrega del bastón y la banda presidencial no sólo es un capricho de quien debe abandonar el poder pero está obligada a hacerlo. Además, quiere hacer lo que no pudo hasta ahora: condicionar al futuro gobierno dando un discurso en el Congreso, que no le corresponde, y después abuchear desde los palcos y la calle al futuro presidente. Piensan que Cambiemos no le dirá a su gente que se movilice para enfrentarse con los camporistas y los movimientos sociales.

Una muestra de ese conflicto que quieren desatar se dio ayer ante la jura de los nuevos diputados. Cuando lo hizo Máximo Kirchner, se pusieron a cantar: «Yo banco este proyecto nacional y popular», el himno de guerra de la agrupación treintañera. También cabe resaltar que los diputados/as de ese sector juraron por Néstor y Cristina y no por la Patria, la Constitución o los Santos Evangelios.

Esto demuestra la fanatización de este sector que tiene a Cristina como jefa de los halcones. Todavía hay tiempo para que la presidente recapacite y no genere este tipo de incidentes, pero en el PRO son muy pesimistas.

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