Por Carlos Tórtora.-

Una interesante encuesta sobre el Papa inquieta al gobierno

Una encuesta de Jorge Giacobbe y Asociados que empezó a circular en los últimos días está impactando en distintos círculos del oficialismo con diversas interpretaciones. Una conclusión del trabajo que causó indisimulada alegría es que el Papa Francisco habría bajado nada menos que 30 puntos su imagen positiva en el país, al mismo tiempo que es etiquetado como un político peronista según la caracterización mayoritaria. Un segundo resultado, también notable, es que la casi totalidad del kirchnerismo apoya al Sumo Pontífice y, lo que es aún más notorio, es que la mayoría de los consultados que se reconocen de izquierda también adhieren a él. En cambio, en los sectores independientes, donde predominan tendencias de centro derecha, el rechazo a su figura ya superaría el 50% y en el massismo este porcentaje sería mayor. Como se sabe, Francisco se niega persistentemente a recibir al líder renovador.

Esta división política tan marcada en torno a la figura papal es para algunos analistas del PRO una señal de que habrá fuerte participación de sectores de la Iglesia en las turbulencias sociales que se están avecinando y que el Papa habría recibido informes concluyentes acerca de que la agitación social irá en ascenso.

Apostando fuerte

La encuesta en cuestión coincide con otro hecho político desconocido. Cristóbal López, que viene negociando duramente con el gobierno su evasión tributaria por 8000 millones de pesos y que se siente amenazado por una operación oficialista para arrebatarle el control del juego en la Capital Federal, presidió una reunión con alrededor de 60 dirigentes cristinistas que encabezan facciones con capacidad de movilización o de choque. Allí se discutió, con el aval de la jefa suprema, si el kirchnerismo debe o no ponerse al frente de los futuros disturbios sociales. Ante Wado de Pedro, Fernando “Chino” Navarro y Guillermo Moreno, entre otros, el zar del juego fue categórico: “ustedes salgan a la calle -dijo- que yo pongo la plata que haga falta”.

Los fieles a Cristina se fueron convencidos de que López está dispuesto a apostar fuerte para debilitar al gobierno.

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