Por Carlos Tórtora.-

Jaime Durán Barba continúa explotando al máximo su ya tradicional línea de trabajo: esto es, favorecer al gobierno gracias al miedo de un amplio sector de la clase media a la posibilidad del retorno del peronismo al poder en las próximas elecciones. Las dos grandes bajas en la imagen positiva de Mauricio Macri, en diciembre pasado con la reforma previsional y recientemente con la crisis cambiaria, paradójicamente reforzarían la línea argumental del ecuatoriano: cuanto más caiga Macri en los números más probable sería el retorno peronista y mayores miedos habría en la clase media, lo que, según esta teoría, terminaría por ayudar al macrismo.

El paro de ayer fue un escenario casi ideal para este juego dialéctico. El Secretario General de la Unión Ferroviaria Seccional Oeste, Rubén Sobrero, en un acto con agrupaciones de izquierda en la 9 de Julio, sentenció: “vamos a seguir empujando por las 36 horas y un plan de lucha hasta que caiga el gobierno”. Por su parte, Hugo Moyano, horas antes, dijo: “con Cristina comía todo el mundo. Hoy hay gente que no come”.

Lo dicho por el primero es una contribución inapreciable para la tesis de Durán Barba, porque implica el reconocimiento por parte de un dirigente sindical importante de que al menos parte del gremialismo intentaría voltear al gobierno. Esta actitud revolucionaria de Sobrero da exactamente con la imagen sindical que necesita el gobierno para alimentar el profundo rechazo de la clase media. La torpeza de Sobrero exime de todo comentario.

Complaciendo al adversario

En cuanto a Moyano, su reconocimiento a CFK en medio de un paro general es, además de inoportuno, una forma de insinuar que el sindicalismo peronista está interesado en volver a la etapa del kirchnerismo, lo que es dudoso que sea real.

En ambos casos -pero más grave en el caso de Sobrero- la cúpula gremial actúa en forma funcional al objetivo oficial de asustar a la clase media con el fantasma del retorno equivocado a la situación y terminaron trabajando para Durán Barba peronista. En medio de un paro muy exitoso, Sobrero y Moyano le dieron un sentido.

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