Por Sebastián Dumont.-

De lo macro a lo micro. En todos los ámbitos de la estructura del Estado Nacional siguen habiendo claros indicios que el macrismo no termina de romper nunca con el kirchnerismo. A esta altura, ya no puede ser una casualidad que militantes K sigan siendo bancados desde las distintas áreas del gobierno. Quizá obedezca a la estrategia de mantener a Cristina Kirchner en la escena para sostener la polarización y crear el clima de dudas sobre que podría pasar en el país ante un triunfo de la ex presidente.

El caso del soterramiento del tren Sarmiento pone en evidencia que las relaciones comerciales entre el macrismo y los K no es algo nuevo. Sólo éste es un ejemplo, pero hay otros micro que muestran una lógica de conducta que se repite ya se manera sospechosa

Con la excusa de no agitar el orden social, Macri sostuvo los planes sociales a las agrupaciones políticas vinculadas a los K. A fin del año pasado decidió incluso darle 30 mil millones más para esos fines. La ejecutora es Carolina Stanley, ministra de Desarrollo Social y esposa de Federico Salvai, hombre de confianza de Vidal en la provincia de Buenos Aires.

Otro dato que llama la atención es lo qué pasa en la ANSES, cuyo titular estuvo en la picota semanas atrás cuando se abrió la polémica por la reducción de las jubilaciones que luego se dio marcha atrás.

El organismo previsional sigue en manos de la influencia camporista. Un claro ejemplo se da en el área conocida como los agentes territoriales que se encargan de llevar información a los barrios. Dato clave para hacer política. ¿Qué mejor herramienta que ir casa por casa para hacer política? Pues bien, la gran mayoría de esos casi dos mil contratados son militantes de La Cámpora y cobran alrededor de 15 mil pesos cada uno. Lo llamativo es que sus contratos ya se prolongaron en más de una oportunidad, con lo cual nadie podrá decir que no sabían quiénes eran. Está claro que ninguno irá a contar los beneficios del gobierno actual sino las «bondades de la década ganada». En resumen, Macri le paga el sueldo a punteros de lujo de la ex presidente Cristina Kirchner.

Como se ve, lo que antes podía llamarse casualidad, hoy parece ser una estrategia deliberada. Pocas dudas quedan que el macrismo financia, en cierta forma, la campaña de CFK.

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