Por Carlos Tórtora.-

El fiscal ante la Cámara Federal Germán Moldes insistió ayer en el pedido de desafuero y detención del exministro de Planificación Federal Julio De Vido, al considerar que, «por sus fueros, está en una condición de privilegio». Es en relación con la causa que investiga la presunta defraudación millonaria en la puesta en marcha de la mina de carbón de Río Turbio, en Santa Cruz, en la cual el ex funcionario y otras 35 personas fueron citados a indagatoria por el juez federal Luis Rodríguez.

En un escrito de seis páginas, Moldes presentó el pedido de desafuero y detención de De Vido, en el expediente principal de la causa que cuenta con un pedido de prisión preventiva sobre 22 imputados por parte del fiscal Carlos Stornelli. Al mismo el juez Rodríguez no hizo lugar y la semana pasada apeló dicha negativa, que será analizada por la Sala II de la Cámara Federal el 3 de octubre. Como se recuerda, la bancada oficialista de Diputados intentó en julio pasado aprobar el desafuero pero perdió la votación 138 a 95.

Lo trascendente del replanteo que lleva adelante Moldes -sobre todo por los argumentos vertidos- hace que el caso De Vido cada vez más sea el precedente directo de un probable pedido de desafuero de CFK luego de que sea electa senadora nacional el 22 de octubre, según señalan la totalidad de las encuestas. Después de llegar al procesamiento judicial por dólar futuro y la investigación del otorgamiento de la obra pública, Cristina Fernández de Kirchner fue procesada por el juez federal Claudio Bonadío, en la causa que investiga el alquiler de propiedades de la empresa familiar Los Sauces a los empresarios Cristóbal López y el detenido Lázaro Báez. Con tres procesamientos y el caso del asesinato de Alberto Nisman que avanza en la misma dirección, sería bastante probable que, inmediatamente después de las elecciones, se concretaran uno o varios pedidos de desafuero.

¿Una simple repetición?

Lo que Moldes agrega al anterior pedido de desafuero es el argumento -planteado en un fallo de la Cámara Federal- que sostiene que las detenciones de los imputados se deben valorar analizando el entorpecimiento de la causa, «derivadas del mantenimiento del poder público y/o sus influencias». Para el fiscal, De Vido se encuentra en esa situación. De más está decir que este fundamento le cabría como anillo al dedo a CFK por cuanto ésta, desde su investidura como senadora nacional, acumularía obviamente mucho mayor poder que De Vido desde una banca de Diputados.

De más está decir que las matemáticas del Senado, donde el bloque Justicialista, con 36 miembros, impediría que haya dos tercios para aprobar el desafuero. Pero la batalla en el recinto podría dejar sus secuelas. Por ejemplo, que se registraran algunas deserciones importantes de senadores peronistas que se abstengan o incluso que se inclinen por el desafuero.

Y un capítulo aparte son las disposiciones del último párrafo del artículo 2 de la Ley de Fueros 25.320, que señalan que “no se podrá ordenar el allanamiento del domicilio particular o de las oficinas de los legisladores ni la interceptación de su correspondencia o comunicaciones telefónicas sin la autorización de la respectiva Cámara”. De Vido consiguió bloquear, con el apoyo de las autoridades de la Cámara, las medidas judiciales descriptas. Por la resonancia mediática que tendrán, hay que especular con que CFK se enfrentará a una discusión pública mucho más amplia sobre el tema.

Share