Por Guillermo Cherashny.-

Desde que perdió las PASO, Mauricio Macri dijo varias veces que fallaron las estadísticas o encuestas que le mandaron, como dando a entender que si le decían la verdad -o sea que no podía ganar- se hubiera bajado de su candidatura. Todos saben que Macri miente, porque el establishment o el círculo rojo -como le gusta llamarlo él y Durán Barba- le pedían por favor que dejara a María Eugenia Vidal en el famoso plan V que Macri y Peña nunca lo aceptaron. El análisis contrafáctico también demuestra que la distancia obtenida en las PASO por Alberto Fernández tampoco le permitiría a Vidal ganar las elecciones, porque pese al dólar calmo y encuestas favorables, la recesión, la inflación y el desempleo fueron decisivos para que ganara ampliamente el Frente de Todos. Está claro que desde comienzos de año la continuidad del gobierno estaba en duda pero sin duda la incorporación de Sergio Massa al Frente de Todos fue fundamental no sólo para ganar sino para que todo se definiera en la primera vuelta. Así fue como Sergio Massa, que en el 2013, 2015 y 2017 generó la derrota del peronismo-kirchnerismo, ahora su aporte a la opción popular fue clave para el rotundo triunfo.

También hay que destacar que la economía del gobierno de Macri estaba muy frágil; si no, no se entiende cómo el triunfo en las PASO desencadenaría una corrida bancaria, ya que la corrida cambiaria nunca se frenó desde que se desató el 26 de abril de 2018, que tuvo sucesivos picos altos y que se controlaba a duras penas por las altas tasas de interés, es decir que Macri llegó a las PASO con una corrida cambiaria sostenida con alfileres y su derrota en las PASO retroalimentó la corrida cambiaria, que se convirtió en bancaria, encima el gobierno cometió una grave error al reperfilar los bonos de corto plazo como LETES, LECAPS, LECER Y LELIQS porque los depositantes en dólares en pesos pensaron de inmediato que quien reestructura una deuda de corto plazo puede hacer lo mismo con los depósitos en los bancos. Parecería que la fuga de depósitos en dólares se tranquilizó un poco, pero a este ritmo de salida de 300/400 millones dólares las reservas corren un serio peligro.

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