Por Carlos Tórtora.-

El reconocimiento por parte de Axel Kicillof de que podría separarse la fecha de las elecciones provinciales de las nacionales es el hecho político más importante de las últimas semanas. De concretarse, la separación significaría que el FdT, dando por perdida la elección presidencial, opta por asegurarse la continuidad en Buenos Aires, aun cuando esto debilite al candidato presidencial que resulte, ya que éste contaría con menos apoyo del poderoso aparato del PJ provincial, que ya habría definido todas sus candidaturas. Como compensación, un claro triunfo peronista en Buenos Aires proyectaría su influencia sobre la conducta de muchos votantes en la elección presidencial.

La decisión clave para que el kirchnerismo opte o no por desdoblar estaría en manos de Javier Milei. Si éste decide no presentar precandidato a gobernador y demás cargos provinciales, muchos de sus votantes podrían volcarse a Diego Santilli, el seguro candidato opositor. En este caso, el desdoblamiento se comportaría como un búmeran y golpearía a sus creadores. Por este motivo, antes de anunciar el desdoblamiento, Kicillof se toma su tiempo y espera a que decida lo suyo el economista libertario.

Cristina

Lo señalado importa pero no es el único tema en el que se proyecta el desdoblamiento. En el caso de separarse las fechas, Cristina Kirchner, si es candidata a senadora nacional por Buenos Aires, no podría aportarle su gravitación personal al éxito de Kicillof, ya que los senadores nacionales se votan junto con el presidente.

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