Por Alexis Di Capo.-

La inminente llegada de Alberto Fernández a Roma para su reunión con Francisco se da en un clima de cierta tensión en parte provocada por el fallido intento de designación de Luis Bellando como embajador ante la Santa Sede. Ésta rechazó el plácet del diplomático por estar casado en segundas nupcias. Tampoco ayudaron los trascendidos que dieron cuenta de que el Papa ayudaría en la relación entre el FMI y la Argentina, habida cuenta de que el Ministro de Economía Martín Guzmán y la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, confluirán el 5 del mes que viene en el encuentro sobre “Nuevas Formas de Fraternidad Solidaria de Inclusión, Integración e Innovación” organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales. El caso es que la versión de la ayuda vaticana causó malestar en Roma.

Trascendidos

La verdad es que, como trasfondo de lo que ocurrirá en la Santa Sede, lo que más preocupa en medios eclesiásticos es qué ocurrirá con el proyecto de ley despenalizando el aborto que el gobierno prometió enviar al Congreso este año. La realidad hoy es que la gran mayoría de los países de Latinoamérica sostienen la autorización para el aborto sólo en los casos en los que está en riesgo la salud o la vida de la madre. La Argentina sería el primer país importante de la región en autorizar el aborto voluntario y encima se trata del país del Papa. En medios cercanos al Ministro de Salud Ginés González García se comenta que el proyecto podría ser enviado al Congreso en marzo próximo para generarle al gobierno un gran éxito en la apertura del año político. Este tema sería un motivo fundamental en la cancelación sin fecha del viaje papal a la Argentina, que algunos estimaban como seguro para el año en curso.

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