Por Guillermo Cherashny.-

Finalizó el mes de abril con una inflación que se proyecta a más del 7% y el primer día del mes se anuncia un aumento en las naftas del 10% que, sumado al 21% de éste, supera cualquier índice de precios y no será el último, como lo anunció Juan José Aranguren, el ministro de energía, lo cual presagia que estamos en presencia del ajuste interminable, ya que mayo tendrá un gran arrastre, a lo que hay que sumar el aumento de los cigarrillos del 50%, todos con fin de aumentar la insoportable presión impositiva que ya tiene el país y que garantiza que habrá un año de una inflación del 35%.

En junio y julio aumentarán las prepagas un 20% y, aunque en junio la inflación baje, es difícil que perfore le 2%. Además, el aumento de la nafta garantiza otra remarcación de los alimentos, pese a los esfuerzos del gobierno, lo que se constituyó, junto con los despidos en el sector privado, en la causa por la cual Hugo Moyano movilizó 120.000 personas el viernes pasado.

El macrismo y sus periodistas amigos -como los tienen todos los gobiernos- remarcaron la corrupción de los dirigentes sindicales pero que no pueden explicar por qué moviliza tanta gente, desconociendo la realidad.

Pareciera que volvimos a 1983 con Germán López, el entonces Secretario General de la Presidencia, y que ahora vuelve a repetirse con una dosis de gravedad, ya que el duranbarbismo extorsiona a la sociedad como pasó en las elecciones (si no votan a Macri ganan los K) y ahora no se puede criticar a Macri porque vuelven l los K y el populismo, un pobre argumento para mantenerse en el poder.

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