Por Guillermo Cherashny.-

Luego que Daniel Gollan, el segundo candidato a diputado nacional por el Frente de Todos declaró que se perdieron las elecciones en las PASO por la falta de «platita», el gobierno nacional anunció y no concretó un nuevo IFE por $ 15.000 y un bono a jubilados por $ 6.000; pero sí algunos incentivos electorales, como el bono a los jóvenes de $ 5.000 y a los artistas de $ 15.000, que fueron suspendidos por la jueza Servini de Cubría hasta después de las elecciones. Pero luego de los anuncios concretados y los que no, se desató una remarcación de precios por la torpeza del gobierno, que intentó solucionar con un control de precios que está demostrado que no sirve para nada.

En tanto, Massa, el presidente de la Cámara de Diputados, logró que se aprobara el aumento del mínimo no imponible para el impuesto a las ganancias y últimamente las medidas de alivio fiscal para las pymes una condonación de deudas impositivas para que los monotributistas queden en cero sin tener que correr atrás de las deudas y para que los clubes de barrio no tengan más deudas con el estado.

Estas medidas hacia los sectores más afectados por la pandemia significan un paliativo para sectores que sin duda no votaron o lo hicieron en contra del Frente Todos por los efectos de la pandemia y por las promesas incumplidas y, a diferencia del «plan platita», fueron apoyadas por toda la oposición política, lo que demuestra que se pueden lograr acuerdos en el congreso sobre iniciativas que beneficien a la gente y proyectos alejados de la población, como la reforma judicial o la modificación de la elección del procurador general, que nunca saldrán del palacio legislativo y mucho menos con la aplastante derrota que se espera el próximo 14 de noviembre.

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