Por Guillermo Cherashny.-

El Juez Federal Claudio Bonadío no pudo esperar hasta el 23, descontando un triunfo de Mauricio Macri. Mandó a allanar el Banco Central por la denuncia penal sobre la venta de dólares a futuro, denuncia que autorizó el directorio de la entidad.

Se cree que en este allanamiento se encontraron pruebas sobre numerosos delitos que se cometieron por las altas autoridades de la entidad monetaria. Estas diligencias judiciales se hicieron ante las nuevas denuncias pero, como dijimos, en caso de que gane Macri, ya se prepara una batería de medidas para incorporar al Código Penal y al Procesal Penal. Esto sucede a pesar de que en pocos meses van a ser sancionados nuevos códigos como consecuencia de la suspensión de la vigencia del nuevo Código y el nombramiento de nuevos fiscales «encubridores» que fueron cuestionados en la justicia.

La figura del arrepentido empezó en Italia y con el «pentiti», el cual desmanteló a las brigadas rojas y, en los Estados Unidos cuando logró desbaratar a la mafia ítalo-americana en casi 20 años. En nuestro vecino Brasil, se creó la «delación premiada», que permitió el encarcelamiento de importantes dirigentes políticos y los empresarios más importantes de ese país.

Un tipo penal parecido permitiría acelerar la investigación de causas importantes como Hotesur, el asesinato del Juez Nisman y varias causas emblemáticas de la corrupción kirchnerista. A éstas se les sumaria la denominada «cosa juzgada írrita». Además se podrían declarar nulos los sobreseimientos en causas donde no se investigó lo suficiente o directamente no se investigó, como el sobreseimiento de Oyarbide sobre el enriquecimiento ilícito de la familia Kirchner y algunos de estos últimos días donde zafaron Ricardo Jaime y Claudio Uberti.

Otro tipo penal importante sería incluir como delito la corrupción con 5 años de pena, es decir, no excarcelable y también la extinción de dominio de los corruptos, como se hace con los narcos. El reclamo del castigo a la corrupción está extendido en gran parte de la sociedad, que exige una nueva etapa en la vida política argentina donde se termine la impunidad de la corrupción.

Estas reformas serían impulsadas por el Frente Cambiemos con el apoyo de UNA, de Sergio Massa, De La Sota y también de Margarita Stolbizer. Pero aún faltaría que algunos senadores peronistas se sumen a estas inactivas, lo cual es muy probable, ya que muchos de ellos se quieren salvar de esta eventual derrota: en el peronismo la traición es frecuente pero la derrota es imperdonable.

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