Por Guillermo Cherashny.-

Según informaciones que trascendieron, después de las elecciones en Santa Fe y de la primera vuelta de la Capital Federal, el asesor ecuatoriano de Mauricio Macri, Jaime Durán Barba, habría asegurado categóricamente que Horacio Rodríguez Larreta ganaría la primera vuelta con mas del 50% de los votos. Después de éstos y otros errores, el jefe de gobierno tomó cierta distancia de los consejos de su gurú y ahora, aunque tarde, estaría revisando su criterio de no cerrar un acuerdo con Sergio Massa para mantener la pureza amarilla. Aunque sería injusto echarle todas las culpas a Durán Barba, cuando el propio Macri afirmaba convencido sus diferencias irreconciliables con los peronistas del Frente Renovador y que el PJ es el responsable de los desaciertos del país en los últimos 25 años. En el denominado superdomingo, en el cual el Frente para la Victoria sólo gano en La Rioja, entró tercero en Córdoba y en Capital, los dos distritos más importantes después de la provincia de Buenas Aires, y el macrismo, por su parte, quedó segundo en Córdoba, cuando armó una alianza para ganar y en la Capital no consiguió evitar la segunda vuelta. Macri intentó levantar días atrás con una encuesta de IPSOS de Luis Costa -ya no esta más Manuel Mora y Araujo- en la cual inexplicablemente el encuestador muestra intenciones de voto en las PASO, primera y también segunda vuelta que lo dan ganador a Macri. Ahora bien, después de las PASO, puede ocurrir que no se polaricen mucho los porcentajes, lo cual ocurrió en las presidenciales del 2011, mientras que en las legislativas del 2013 hubo una fuerte polarización.

Pero como señalamos hace unas semanas, un cisne negro se podría interponer en el camino de Daniel Scioli a la presidencia: la disparada del dólar blue que se produjo hace dos semanas y que el gobierno pudo parar en dos días. Sin embargo, el jueves pasado, cuando se publicó la nueva doctrina de la inteligencia nacional, se describió que se practicaría sobre campañas de desestabilización de la economía, corridas cambiarias y golpes de mercado. El panorama oficial entonces se nubló y el domingo pasado, en Página 12, Axel Kicillof le dio un reportaje a Horacio Verbitsky en cual habló de conspiraciones para que suba el dólar blue. Y ayer mismo se mencionó que el gobierno quiere declarar ilegal la operatoria del contado con liqui, es decir, comprar en pesos bonos dolarizados que a las 72 horas se depositan en una cuenta en Nueva York. Esto produce fuga de capitales, no por maldad de quienes lo hacen sino porque el dólar oficial está fuertemente retrasado. Desde hace tiempo, economía utiliza la divisa como ancla para que la inflación no pase de 27/35%. Un objetivo nada ambicioso y, además, desde hace dos meses hay un superdólar y el real brasileño se devaluó el 30%, como todas las monedas de los países emergentes. Todas menos el peso argentino y por tanto, al mover lentamente el dólar oficial con este superdólar hace caer el valor de las materias primas. Las declaraciones de Kicillof acerca de que en economía se hará más de lo mismo, buscar conspiraciones para comprar dólar blue y las declaraciones de Alejandro Vanoli, el presidente del Central metiendo miedo a los mercados, no hacen otra cosa que impulsar la dolarización de las carteras. Si a través de la AFIP, la AFI, se llegara a decretar la ilegalidad del contado con liqui, no harían más que favorecer las chances de Mauricio Macri, que recibiría esta ayuda inesperada de parte del gobierno.

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