Por Rodolfo Patricio Florido.-

Buscar las palabras justas y equilibradas es un esfuerzo sobrehumano. Muchos periodistas, devenidos en operadores subrepticios del Club del Helicóptero están a full. La mayoría de estos, se autodefinen como “peronistas” o de “izquierda”. No creen en el kirchnerismo pero están enamorados de sus roles de árbitros sin revisión televisiva para administrar el partido por el Poder. Los periodistas kirchneristas reconocidos son casi infantiles y sólo sirven para alimentar a los incondicionales. Esos son muy obvios, los otros, los larvados y resbalosos, son los más peligrosos para la Democracia y la República, porque con una mano la reivindican y con la otra la taladran.

Son como ese periodista nocturno que hace de cuenta que no entiende lo que está pasando pero administra los tiempos de sus colegas y a los invitados de las 24horas de tal manera de que sean ellos los que ratifican sus prejuicios o su necesidad política peronista. Y no nos llamemos a engaño, es un hombre culto e inteligente. La pregunta que no me hago es para quien construye información y la respuesta es fácil. Para el Peronismo. Tan es así que hasta intenta potenciar a aquellos miembros de CAMBIEMOS que pueden ser disruptivos hacia el interior de esa coalición o llevar a la mesa, como lo hizo el martes 8 de abril a un economista peronista como Lavagna y a un ultra liberal como Espert, que; estando en las antípodas entre ellos mismos, solo coinciden en destruir al gobierno. En los últimos 5 días invito al Gobernador mendocino, Cornejo, alentándolo para ser destructivo hacia el interior de CAMBIEMOS, lo que no le salió, a Martín Lousteau (UCR Capital) y al siempre inefable Jorge Asís, enamorado de si mismo sobre todo cuando algún hecho puede dañar al Gobierno y acercarlo así a un retorno peronista no kirchnerista.

Ahora se puso de moda decir… “Antes el gobierno era más dialoguista” y ahora “se ha encerrado en sí mismo”. Esto es una falacia. El gobierno exploró el diálogo con uno o varios contendientes derrotados, como Sergio Massa y que no encontraban una brecha para volver. Pero cuando olieron que una puerta se les abría, mostraron su verdadera naturaleza y esa naturaleza les dicta que el diálogo es propio de la debilidad del Gobierno.

Para ser más claro, concreto y preciso, mientras unos creen que el diálogo es una fortaleza imperativa de la República y la Democracia, el otro, siente que es una debilidad de su adversario, un puente para regresar al poder perdido. ¿Y el pueblo? Bien gracias, no les importa, en lo profundo solo son una molestia necesaria para que los deposite en el poder perdido. Para eso aprovecharán cualquier brecha, ofreciendo el cielo, dinero, subsidios o cualquier cosa que tengan a mano, total, después no lo necesitarán hasta después de un tiempo.

Hipócritas, se quejan del precio de la electricidad pero a millones de argentinos les niegan el gas condenándolos a que sus casas tengan que calefaccionarse o cocinar con electricidad. Los hacen dependientes de sus dadivas, los ven como a canarios enjaulados a los que se les da alpiste y de los cuales se pretende que, lejos de pensar que nacieron encerrados, deben cantar loas al esclavista que los encerró.

Es como en el caso de las tarifas. Obvio que el aumento afecta a todos los argentinos de clases medias y bajas, pero les ofrecen una Ley –que saben que será vetada- de dejar las tarifas como están aunque sepan que no hay dinero para seguir subsidiándola porque, entre otras cosas, ellos mismos se lo gastaron en jubilaciones truchas y corrupciones propias. En otras palabras, ofrecen dinero que no es propio y le traspasan la deuda al que lo genera. Así cualquiera es opositor. Una suerte de… ordenen esto, paguen el precio y luego yo volveré y podré gastar a manos llenas los dineros ahorrados y la economía ordenada. La situación es absurda. Todos los que están afuera siempre son mejores que los que están adentro. Esto no resiste ningún análisis serio. Nos comportamos como el público de un partido de fútbol; todos somos técnicos, el mejor 9 o el mejor 10 aunque después, si entráramos a la cancha la pelota nos rebote en la rodilla.

¿Que el Gobierno Nacional cometió errores? Obvio y el mayor de error es el gradualismo y no el económico que es indispensable para no dañar a los sectores más empobrecidos, sino el gradualismo político y judicial. Este último gradualismo no sigue las necesidades y las señales que da una población harta de un sistema judicial que por un lado detiene a algunos figurones pero que no se anima o no quiere detener a los empresarios que corrompieron, imponiendo un concepto absurdo tal cual es, si no pagábamos coimas no podemos hacer obras y así mantener nuestras empresas y nuestros trabajadores. Hipócritas también. Ganaron fortunas, sacaron el dinero del país y a sus trabajadores les pagan por derecha mientras recogían más dinero por izquierda para ellos y para los sobornados.

Y el otro gradualismo estúpido es la lucha contra el delito. Se avanzó y mucho en la lucha contra el narcotráfico, pero las penas son bajísimas y difíciles de obtener; y el crecimiento o sostenimiento de los otros delitos (motochorros, entraderas, robo de autos, etc.) son castigados con penas irrisorias. Esto último a la población la afecta de manera directa porque el narcotráfico, si bien central, afecta a la población consumidora de drogas pero a la gran mayoría que trabaja y no consume la destroza la calle.

Para finalizar, el Club del Helicóptero está compuesto por una parte del peronismo (que incluso quiere llevarse puesto al peronismo racional y más Republicano porque le molesta en su camino), por los ex funcionarios y empresarios presos o procesados que les esperan largas condenas, por Policías desplazados y por desplazar que administraron los nichos de corrupción con el poder político de turno y hasta por Cárteles de Drogas Nacionales e Internacionales que ya operan en Comodities Internacionales.

Ya lo decía Hugo Alconada Mon, quizás el mejor o uno de los mejores periodistas de investigación que tiene el país el viernes 18 de noviembre de 2016.

“El «círculo rojo» goza de impunidad. Así funcionó, así funciona y así parece que quiere seguir funcionando en la Argentina. El problema es que sus miembros tradicionales -políticos, empresarios y banqueros, jueces y fiscales, sindicalistas y no pocos periodistas y dueños de medios- ahora no son los únicos beneficiarios de ese sistema que les provee impunidad. Ahora también lo usan narcos, traficantes de personas y otros baluartes de estirpe similar”

“¿Por qué? Porque los mismos canales que utilizan los miembros del «círculo rojo» para lavar su dinero negro o sacar fortunas del país también extendieron sus servicios a, por ejemplo, los narcos, que a su vez recurren a ellos porque cuentan con protección política. Y si son intocables, como lo son, ¿por qué no aprovecharían la oportunidad?”

“Esto puede resultar sorpresivo para algún lector. Pero no es una novedad para los integrantes del «círculo rojo». Lo saben y muchos son cómplices por acción u omisión. ¿O acaso sorprende la proliferación de supuestas mutuales, cooperativas y cuevas financieras?”

“La pregunta clave es, pues, otra. ¿Quiere el gobierno de Mauricio Macri modificar el statu quo? Si avanza en esa dirección, ¿qué hará el resto de la clase política?”

Alconada Mon no es el único. Otros expertos argentinos, como Juan Belikow, de renombre internacional en temas de seguridad y lucha contra el crimen organizado, alertan sobre el coladero criminal que resulta la Argentina.

Otro especialista internacional, Buscaglia, enumeró los 17 puntos legislativos, institucionales u organizacionales que, por su ausencia, abren las puertas a las redes criminales. Plantea que en cada causa penal que apunta contra ese tipo de organización deberían desarrollarse cinco investigaciones simultáneas: 1) la penal-patrimonial, focalizada en los autores materiales; 2) la patrimonial, focalizada en la red criminal que está detrás, con sus empresas y políticos; 3) la financiera, a cargo de la unidad antilavado, que debería quedar bajo control legislativo, por fuera del Ejecutivo; 4) la penal tributaria, y 5) la destinada a la extinción de dominio de los bienes adquiridos por esa red. Será por esto que la extinción de dominio duerme el sueño de los justos en el Congreso Nacional.

Buscaglia pasó hace un tiempo por Buenos Aires, Santa Fe y Formosa. Mantuvo reuniones con varios referentes del oficialismo y de la oposición, mientras que otros le rehuyeron o incluso lo invitaron a retirarse. Por intereses coyunturales. O por complicidad con el actual pacto de impunidad.

Si no se entiende todo esto en su dimensión más acabada, no se entenderá la corrida financiera que atravesamos. Muchos intereses oscuros no quieren que cambie nada porque viven de la nada y la impunidad. El Gobierno Nacional deberá ahora mostrar fortaleza y acción si quiere salir realmente de esta trampa.

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