Por Carlos Tórtora.-

La prevista fisura entre albertistas y kirchneristas en el seno del gabinete nacional empezó a tomar forma a partir de las declaraciones de la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Elizabeth Gómez Alcorta. Ésta contradijo doblemente al presidente y su superior inmediato, el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero. Gómez Alcorta aclaró que el proyecto de ley sobre aborto será no sólo de despenalización sino de legalización (Alberto habló de despenalizar) y, pasando a otro tema, aseguró que en la Argentina sí hay presos políticos (en referencia a Milagro Sala) en tanto que Cafiero y Alberto negaron esto y hablaron apenas de detenciones arbitrarias. El kirchnerismo duro, a través del intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi salió a exigir la liberación de los supuestos presos políticos Julio de Vido, Amado Boudou, Sala, etc. Por lo que se sabe, el ministro del Interior Wado de Pedro estaría en la postura de Gómez Alcorta y también la ministra de Seguridad Sabina Frederic. Desde su tribuna en la web, El cohete a la luna, Horacio Verbitsky atacó la prisión de Sala encabezada por las supuestas afirmaciones del presidente del Superior Tribunal de Justicia de Jujuy, Pablo Bacca, quien habría afirmado que la dirigente no es excarcelada porque el gobernador Gerardo Morales no quiere.

Un proyecto estratégico

El hecho de que la dirigencia K empiece a manifestar su disidencia se apoyaría en cuestiones más profundas. El kirchnerismo se sentiría traicionado por el veloz alejamiento de Alberto de todo compromiso con el chavismo, mientras se acerca cada vez más a la administración Trump y la Unión Europea. Aunque todavía nadie lo menciona públicamente, en el entorno de Cristina Kirchner crece la creencia de que el presidente proyecta quedarse ocho años en la Casa Rosada con un proyecto de centro izquierda moderada y el apoyo del peronismo no K.

Otro factor que converge con el anterior y que inquieta en este caso mayormente a La Cámpora es la aparición en la política bonaerense de un trío albertista compuesto por Cafiero, el ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis y el intendente de Hurlingham “Juanchi” Zabaleta. La oferta electoral de un grupo que representa directamente al presidente puede atraer a numerosos intendentes y conformar un polo de poder territorial que achicaría los márgenes de La Cámpora.

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