Por Guillermo Cherashny.-

Con el triunfo del Frente de Todos, este espacio tendrá la futura mayoría del Consejo de la Magistratura a nivel nacional, ya que designará al representante del poder ejecutivo en ese órgano de designación y remoción de jueces y el futuro oficialismo contaría con el representante del ejecutivo, que sería Jerónimo Ustarroz, hermano del intendente de Mercedes y de crianza de Wado de Pedro, que sería ministro del interior. Entonces al gobierno le quedarían 6 sobre sobre 13, si se cuentan el que viene del ejecutivo, dos senadores, el diputado que remplace a Wado y los consejeros Lugones y Molea. En realidad, el peronismo tiene otra representante, Graciela Camaño, quien llegó a su cargo cuando presidía el bloque de Sergio y acordó con Agustín Rossi quedarse con los miembros, porque juntaron más firmas que Cambiemos; pero como Camaño abandonó el bloque del Frente Renovador y se fue con Lavagna -y profesa un antikirchnerismo militante- es seguro que el cristinismo la eche de su silla y arregle con Sergio Massa -futuro presidente de la Cámara de Diputados- que designe un reemplazo de Graciela Camaño, en cuyo caso surge el nombre de Ramiro Gutiérrez, un penalista de la provincia de Buenos Aires que redactó el código penal que presentó el tigrense y que ocupó el cargo de vicepresidente primero de la legislatura bonaerense.

El cristinismo le endilga, además, una íntima amistad con el juez federal Claudio Bonadío y el fiscal Carlos Stornelli, ambos verdugos de la ex presidente, por lo cual, pese a que Sergio Massa no rompió su amistad con Camaño, no la puede bancar más en el Consejo de la Magistratura, porque la diputada está más cerca del PRO que del Frente de Todos, por lo cual le daría la mayoría a la futura oposición, lo que sería un despropósito mayor.

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