Carlos Tórtora analiza el debate presidencial con Hernán Charosky, su coordinador.

CAT: ¿Cómo está estructurado formalmente el debate?

HC: Bueno, todo lo que es la estructura está en un manual de estilos que se consensuó con los equipos de campaña y que está en la página web de Argentina Debate.

CAT: Sí, lo he visto.

HC: Marcan las cuatro secciones temáticas que va a tener la estructura ddel diálogo que se va a realizar, y esas cuatro secciones son: desarrollo económico de lo humano, desarrollo de educación, infancia seguridad y derechos humanos, y crecimiento democrático. La estructura del diálogo va ser que cada candidato va a realizar una presentación de dos minutos, va a recibir una pregunta del otro candidato de un minuto, va a dar una respuesta de un minuto, va a decir una repregunta de un minuto y va hacer una contra-réplica de un minuto. Esto para cada uno de los candidatos en cada uno de los bloques temáticos. Ésa es la estructura formal.

CAT: Bueno, usted sabe que con este tipo de debate, más cuando se está en juego un ballotage, puede generarse algún tipo de informalidad, como por ejemplo, los candidatos empiezan entrar en un tema y pasan a un diálogo no estructurado. ¿Qué pasaría entonces?

HC: Bueno, los moderadores tienen un rol centra para que se respeten las reglas del juego, por supuesto, y además, el debate está pactado para que exista diálogo, intercambio, confrontación de argumentos, pero que no haya, exabruptos, sino que cada uno respete la palabra del otro. Por eso van a tener sonido solamente en los momentos en los que les toca hablar.

CAT: O sea, no poder interrumpirlo cuando hable el otro.

HC: Toda la secuencia que le acabo de decir es estricta.

CAT: Esto sale un poco del modelo del debate de los Estados Unidos.

HC: Hasta cierto punto, sí. Está bastante inspirado en el modelo de debate de Brasil.

CAT: En Brasil es así, más controlado, claro, porque en Estados Unidos yo he visto interrumpir bruscamente, ¿no?

HC: Sí. Igual eso es más en los debates primarios. En los debates generales es más controlado.

CAT: Y en cuanto a la temática, ¿también va a ser estricto, o sea, no puede un candidato salirse de la temática porque lo decidió, se lo dijeron, o lo que fuere?

HC: Como poder, puede; nadie lo va a sancionar por eso pero posiblemente no le convenga. Es como si yo estuviera teniendo una comunicación con usted sobre el debate `presidencial y me pusiera a hablar de fútbol. Usted va a pensar que estoy loco, ¿no?

CAT: Bueno, pero de repente puede haber juego sucio. Por ejemplo, alguno saca un as de la manga y empieza a hablar de un tema sorpresa de corrupción en medio del capitulo de cultura… Bueno, ¿qué pasa?

HC: Como pasar, no pasa nada. Creo que ahí depende justamente del arte de la conversación. Si yo salgo con algo que no tiene nada que ver, el que va hacer el desubicado soy yo, o sea, si un candidato tiene una denuncia de corrupción para hacer, no creo que sea el debate presidencial el ámbito donde le convenga hacerla.

CAT: Bueno, algunos consultores podrían decir “hagámoslo”.

HC: No conozco ni un solo caso en el que eso haya pasado. Sí puede ser que se le enrostre un caso de corrupción que no es conocido. Por ejemplo, se está hablado de la gestión de Dilma con Aecio, y que Aecio le recuerde un caso de corrupción y Dilma le recuerde otro caso de corrupción, pero nunca van a hablar de algo que no esté en el temario.

CAT: ¿Usted dice que hablar de cosas que son ya historia es más frecuente?

HC: Eso es más frecuente.

CAT: ¿Usted tiene experiencia en debates latinoamericanos o en general en el tema?

HC: No, no. Es un tema que me gusta; lo he seguido y he visto debates, digamos.

CAT: Los encuestadores, en general, le están dando cierta entidad a que el debate puede mover voto de un lado para otro. ¿Usted qué piensa?

HC: No, la verdad es que no tengo tanta herramienta para decir si eso es verdadero o falso. Hay tantas variables que intervienen que es muy difícil de saber. Depende mucho de lo que pase en el debate. En un debate donde los dos funcionen 7 puntos creo que es difícil de que eso defina un resultado. Donde uno tien 3 puntos y el otro 8, posiblemente sí.

CAT: Estamos hablando de gente que está muy pareja con respecto al nivel de preparación, de entrenamiento. ¿Usted ha visto debates donde uno termina en 3 y el otro en 8?

HC: Ese nivel de diferencia, no. Sobre todo no en un debate de dos. Quizás a veces, cuando hay debate de primera vuelta, donde hay muchos candidatos, y hay candidatos muy visibles entre sí, eso es muy posible.

CAT: ¿Recuerda algún caso notable en esto?

HC: Los casos más notables fueron Chile y Brasil, donde terceros candidatos y cuartos candidatos lograron subir en su posicionamiento, como fue Marco Enríquez Ominami, en Chile, y Aecio Neves, en Brasil, que venía tercero detrás de Marina y terminó llegando al ballotage.

CAT: Sí, ¿pero no en un debate de dos?

HC: No me viene a la cabeza. Ahora que hablamos, los ejemplos que se me dieron son más debates de la primera vuelta.

CAT: Y acá hay una situación por las encuestas, donde hay un candidato que estaría obligado a tratar de aprovechar el debate al máximo, que sería Scioli, y noto que Macri estaría con una actitud más conservada o más tranquila. ¿Esto cree que va influir en el ida y vuelta?

HC: Depende mucho de cuáles sean los límites de cada uno en su propio rol. Creo que en su propio punto, todos los roles pueden rendir un beneficio y a partir de ese momento, si uno lo exagera, le puede ir en contra. Yo creo que tiene que ser muy dúctil el candidato. Uno puede ir con la estrategia agresiva pero, si se pasa de cierta raya, le puede ir mal. Uno puede ir con una estrategia pacífica pero, si no reacciona, pasa lo mismo, ¿no?

CAT: ¿Esto no es como el box, donde el que está perdiendo puede ir a buscar el golpe mágico?

HC: Yo creo que el box no es una buena metáfora para el debate.

CAT: ¿Usted cree que el que busca un resultado milagroso así no lo va a obtener?

HC: Claro.

CAT: Y en cuanto a la opinión pública, nadie sabe exactamente si está pendiente la masa de votantes del debate.

HC: Yo creo que hay mucha expectativa. Si uno toma en cuenta qué es lo que pasó en el primer debate, que obtuvo más de cuatro millones de espectadores, donde sólo lo trasmitía el canal de AN y un canal de cable, hay que pensar que éste va a tener una expectativa enorme, ¿no?

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