El consultor Jorge Giacobbe analizó con Carlos Tórtora el debate presidencial.

CAT: ¿Qué interpretación tenés del debate?

JG: Primero, la importancia de que el pueblo argentino obligue a los políticos a exhibirse rompe con una tradición. El político ahora tiene que pasar el examen frente a los ciudadanos comparándose con otros; antes era individual. Esto tendrá un terrible impacto en el crecimiento de la opinión pública. Lo segundo es el rating y el millón y medio de tweets. Paren con la pelotudez de que a la gente no le interesa. Si el 27 de octubre la gente provocó el terremoto que provocó y ayer el 53% del encendido vio el debate, significa que acá no hay nadie que esté distraído o que no le interese.

CAT: ¿Vos viste un debate rico?

JG: Ninguno de los dos es Eisenhower ni Kennedy; son dos muchachos de este tiempo, sin ningún bolo intelectual. Ahora, no es un hecho menor que el debate tuvo lugar en la Facultad de Derecho, lo que tiene que ver con el valor de la ley. Una gran gala, la gente fue muy bien vestida. Fue una fiesta de la política para disputarse con otros que no pudieron con lo básico. No estábamos hablando de Argentina en el congreso de las naciones; estábamos discutiendo agua potable, cloacas, mortalidad infantil, escolaridad, miseria, pobreza.

CAT: Cuando salió el tema internacional, Irán, inmediatamente no hubo respuesta…

JG: La política se viste de fiesta; se pone su mejor ropa para reconocer que no ha podido con lo elemental. Me parece lo más golpeante; no es que están festejando que somos el séptimo país del mundo. Estamos recordando que el 40% no tiene agua potable.

CAT: La temática no sólo fue doméstica sino sobre carencias…

JG: Fue sobre la decisión de un país absolutamente frágil, que los chicos no van al colegio, que la droga camina como quiere, que no hay agua potable ni cloacas, que hay deserción escolar, que no hay trabajo. La decisión de un país bananero.

CAT: ¿Puede modificar la opinión pública?

JG: Por supuesto va a haber consecuencias. El debate va a modificar las tendencias genuinas pero no te sé decir en qué dirección. Yo digo lo que pienso. Todavía no lo tengo medido y, si lo puedo medir, no te voy a poder contar, porque vamos a estar en veda.

CAT: ¿No te pareció que Scioli tiene un solo argumento, el argumento del ajuste?

JG: Tiene un solo argumento, que es proponer que la gente va a tener lo que tiene ahora. Lo que le dijo a la gente es que no va a hacer nada. Mientras el otro proponía cosas nuevas, éste decía que va a garantizar que la gente no va a perder nada, es decir, que dentro de cuatro años vas a estar en el mismo lugar.

CAT: Conservador en lo más terrible del término.

JG: No es que fue al debate con una idea de futuro; fue al debate con una idea de conservar el status quo.

CAT: ¿Quiere decir, simbólicamente, que al peronismo se le agotó el libreto?

JG: Como a todos. No hay ningún partido político en el mundo que pueda perdurar en el poder eternamente, porque lo que piensa un tiempo dura una generación; es un equipo de personas al que hoy en día no se le ocurren más ideas y pierden; y vienen otros de otro partido a pensar una nueva realidad. Me parece que ayer quedó claro que el kirchnerismo no es el mismo. Mientras dicen ‘’vamos por todo’’, Perón decía que “la política es el arte de lo posible”. Dos ideas totalmente distintas.

CAT: Tampoco surgen de lo que dijo Macri iniciativas demasiado creativas; son de sentido común…

JG: Macri es un ingeniero y Scioli un administrador; ninguno de los dos es político. Se evidencia la relevancia que tiene la política en este tiempo, que es ninguna. De hecho, los políticos estaban mirando, no estaban discutiendo en el escenario. Era la no política siendo escuchada por la política.

CAT: ¿Qué marca esto para el futuro?

JG: Cambio, que no sabemos en qué dirección. Las cosas ya no son como eran. Por lo pronto, en primer lugar, porque los políticos se tienen que exhibir frente al público diciéndose cosas. Tienen que competir. Se terminó la idea del salvador, la idea del tipo “quédate tranquilo que sigo yo”. Tenés que rendir examen frente a la opinión pública. Es una nueva relación distinta a “voto el peronismo porque mamá me lo dijo”. Esto es “ponete en el atril; te voy a escuchar y después te digo”.

CAT: Antes influían los partidos y no tanto las personas; luego influyeron las personas pero hoy éstas tampoco influyen mucho ¿Qué lo hace?

JG: Ayer influyeron las personas. Como no hubo argumento, la mayoría de las personas estaba viendo a quién le deposita su confianza.

CAT: ¿Para vos, Macri tuvo credibilidad? Estoy hablando de credibilidad; no estoy hablando de aciertos o desaciertos.

JG: Más que eso, Macri es el presidente que define; aquí está clarísimo… Indujo a Scioli la idea de decir “no me hablen de Cristina porque yo no soy Cristina” una semana antes de las elecciones… Scioli nunca supo si tuvo la competencia con Macri o fue con Cristina y ayer finalmente dio el paso y no sé qué habrá contestado Cristina hoy, porque no me puse a ver qué habrá contestado Aníbal Fernández o qué habrán contestado los gurkas del kirchnerismo… pero ésta es la primera vez que dice “no me compares con Cristina porque no soy ella”.

CAT: No, Cristina no dijo nada hoy. Me parece que no va a decir nada.

JG: Bueno, vamos a ver cuánto aguanta… Porque, ¿cuál era la consigna? La consigna era “el candidato es el modelo”, es decir, el candidato puede ser cualquiera. Y él ayer rompió esa consigna: dijo “el candidato soy yo”.

CAT: Sí. Tarde y mal.

JG: Sí. Tarde, claro… pero lo hizo. Es decir, se dio cuenta de que tenía que salir de la idea de que cualquier boludo podía hacer lo que había que hacer, que era la Biblia escrita por Cristina; que hacía falta una persona más, llegue tarde o no llegue tarde… Bueno va a haber encuestas igual que digan cómo salió el debate. Vi a algunos a la mañana que vieron muy ganador a Macri. No sé si de votos pero pero no te entusiasmes con eso, porque ahora es muy importante el relato también de lo que pasó. No te olvides de que mucha gente cree lo que le dice su periodista de cabecera…

CAT: Ahora, un debate como el de ayer, por el público y por la repercusión, ¿refleja sólo a la clase media o podemos decir que es universal?

JG: No, sino a la mayoría de la audiencia.

CAT: ¿Vos decís que llegó abajo también?

JG: Y, sin duda, porque iba a ser el tema obligado de hoy. Todo el mundo iba a llegar a su lugar de trabajo e iba a preguntar, e insisto, tomá el 25 de octubre votó el 80% del padrón; votó el 100% del padrón; el 20% era el ausentismo técnico.

CAT: Sí.

JG: Venimos de una elección donde votó el 80%. El 20% no va a votar. Solamente el 3% y pico va a votar en blanco. Sólo hay 4% de indecisos. ¿Cuál era el problema de Scioli ayer? El problema de Scioli era que tenía que convencer al indeciso. No le alcanzaban las encuestas. Están hablando entre el 5 o 10% de diferencia. Nosotros estamos en el 8%. Él tiene que ir a convencer.

CAT: Sí.

JG: Y para eso Macri no le dio.

CAT: Para eso Macri no le dio. Hay alguien que elogió a Massa. Me parece que fue Scioli.

JG: Sí, que hay que hacerlo, ¿no?

CAT: ¿Vos creés que hay un post-debate con efectos?

JG: Con relatos de esa clase a la cual pertenecés, que nos escriban. Es central, porque mucha gente le cree a su traductor de cabecera. Mucha gente le cree a Nelson Castro. Mucha gente le cree a Lanata. Mucha gente le cree a Mongo. Los escucha y tienen la idea de que son hombres de confianza, de modo de que hay un segundo debate que es basándose en el relato del hombre de confianza. Eso es tan importante como el debate.

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