Por Jorge D. Boimvaser.-

“La Cámpora” escribió una especie de manual de instrucciones para sus organizaciones aliadas para ser puesto en funcionamiento en diciembre, previo a las fiestas.

Si hasta la gente de Daniel Scioli, empezando por Alejandro Granados -ministro de seguridad saliente-, lo catalogó como algo demencial, podés imaginar cuál es el legado que deja Cristina antes de irse.

Más aún, sabemos que el mismo Granados le transmitió a María Eugenia Vidal los sucesos que están en la mira de organizaciones kirchneristas o pro kirchneristas, como la Tupac Amaru, Quebracho, y hasta mercenarios todo terreno como el “Pitu” Salvatierra, aquel “ladri” que participó en los terribles incidentes del Indoamericano… dirigiendo las operaciones desde 4 celulares. ¿Muchos teléfonos para un sin tierra, no te parece?

Estas organizaciones quieren desestabilizar al nuevo gobierno desde un principio, y Cristina les proveyó fondos reservados para que no pasen necesidades a la hora de boicotear con violencia todo lo que se pueda.

Lo que sabe Granados es que habrá múltiples saqueos los días previos a Navidad, extorsiones a granel a hipermercados y hasta mercaditos de barrio. Si se tienen que cargar un chino para engrosar la estadística, mejor aún.

Tierras fiscales en el Conurbano y en Capital van a ser pobladas de carpas haciéndolas suyas, aunque sean de todos nosotros.

Y si llega a haber represión, ya están listas las ONG (mentirosas ONG) desde el CELS y hasta Madres y Abuelas, dispuestas a denunciar a los organismos seguridad por excesos o no excesos.

Los que hicieron la vista gorda con el General Milani, ahora son capaces de denunciar por cualquier cosa a los agentes que intervengan en esas “cruzadas” del diciembre negro que está entre nosotros.

Toman a un gobierno con poca experiencia en luchas conspirativas. Las Fuerzas de Seguridad tampoco quieren enfrentamientos donde se tienen que bancar cualquier agresión sin responder, porque si no, les caen denuncias por violación de los derechos humanos.

Es tan demencial el panorama que instan los malos kirchneristas antes de retirarse (les falta la honestidad y hombría de bien de un Florencio Randazzo), que Granados, si pretendió asustar a Vidal con ese bagaje de informaciones de inteligencia que le aportó, consiguió asustarla… y mucho.

Los grandes hiper están ya al tanto de lo que puede ocurrir previo a las fiestas.. pero tampoco saben ni pueden detenerlo.

El vandalismo es la consigna madre en ese instructivo que distribuyó La Cámpora. Les interesa poco y nada hacer algo para la gente (se supone que un saqueo de comestibles en todo caso sirve para alimentar a los más indigentes).  Ellos quieren destrucción y caos.

A tal punto que un colaborador de Granados dijo algo metafóricamente muy significativo: “Lo que está haciendo Cristina en su retirada es como para que, antes de irse a Santa Cruz, haga una escala previa en la Clínica Psiquiátrica Avril y se entretenga con Matías Alé”.

Así de demencial es lo que aspiran lograr estas pirañas de la política.

Nos recuerda una frase de William  Shakespeare, del Julio César (Acto 3, Escena 1), que dice: “Grita.. devastación… y suelta a los perros de la guerra”.

Si realmente Cristina está al tanto de esta movida de sus “chicos” y hasta les dio dinero para producir la hecatombe,  entonces no sería mala idea que pase una temporada en una clínica psiquiátrica… porque las consecuencias de lo que proponen hacer afectarán sin duda a mucha de la gente que creyó en ella.

Pero igual que Nerón… si hay que incendiar Roma, lo hacemos, aunque caiga gente nuestra en la volteada.

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