Por Carlos Tórtora.-

La obcecación de María Eugenia Vidal en rechazar cualquier cambio a la ley que prohíbe la reelección de los intendentes bonaerenses partió de hecho al bloque de Juntos en la Legislatura, quedando los 8 diputados vidalistas enfrentados al resto, con los radicales y la Coalición Cívica diferenciándose. Nadie alcanza a explicarse la falta de criterio de Vidal, que insistió en su intransigencia aun cuando estaba visto que la postura de los intendentes a favor de modificar la ley contaba con un fuerte apoyo. La batalla se libró en escenarios distintos a los se hicieron públicos. Los intendentes que se le plantaron a Vidal desfilaron en su mayoría por el despacho del Ministro de Gobierno porteño Jorge Macri, que les dio su apoyo. Y el del jefe de gobierno también. Es decir que Vidal estaba enfrentando indirectamente a Larreta. Esto se notó, por ejemplo, en la posición que asumió Diego Santilli, en apariencia un incondicional aliado de la diputada. Santilli habló discretamente con sus diputados provinciales amigos para ponerlos del lado de los intendentes.

Si esta crisis refleja como parece la nueva alineación de fuerzas, el poder territorial está detrás de Larreta, mientras que Vidal se estaría quedando con una parte de las bancadas de diputados y senadores. Obvia decir que la actual colisión coincide con la idea de Vidal de ser presidenciable y con la consolidación de los compromisos de Larreta con Martín Lousteau, que le abrirían a éste las puertas para la jefatura de gobierno y se las cerrarían a Vidal.

El primo Jorge

El rol protagónico que en todo esto tiene Jorge Macri bien puede querer decir que, de este modo, Mauricio Macri se cruzaría de brazos ante la ofensiva contra Vidal, porque alienta la expectativa de que su primo Jorge sea gobernador en el 2023. Todos estos hechos colocan a Vidal en una posición sumamente incómoda, ya que no está en condiciones de controlar los resortes del PRO en Buenos Aires ni en la Capital y su influencia sobre las bancadas se reduce. Para colmo de males, su rol de bandera de la transparencia quedó seriamente golpeado al trascender las filmaciones de la mesa judicial provincial, donde ella respaldó la mano dura contra los gremios. Su inminente comparecencia ante la justicia le daría más publicidad negativa y tal vez ponga de manifiesto lo que ya se comenta: que el propio Macri la hacía filmar para tenerla más controlada.

La crisis de la figura de Vidal a apenas dos meses de haber ganado las elecciones pone de manifiesto la endeblez de las posiciones de poder en el PRO, donde se está viendo que los equilibrios de fuerzas se trastocan con facilidad.

Share