Por Carlos Tórtora.-

Desde que Axel Kicillof abrió la posibilidad de que se desdoble la fecha de las elecciones en Buenos Aires, el tema entró en la agenda del kirchnerismo. Sergio Massa, hoy por hoy el precandidato oficialista con más posibilidades de ser, se opone decididamente al desdoblamiento. Para el tigrense, esto debilitaría al peronismo en la elección presidencial, ya que el poderoso aparato del PJ bonaerense no se movilizará con fuerza si ya se eligieron los cargos locales. Pero en el entorno de Kicillof replican que un triunfo categórico del FdT en la elección provincial impactaría positivamente para la elección nacional.

Otro tema en juego con esto es la eventual candidatura de Cristina Kirchner a senadora nacional por Buenos Aires. En este caso, ella se presentaría en la elección nacional y podría perder votos si los comicios están desdoblados.

Éxitos

Los hechos indican que, al menos para los gobernadores peronistas, el desdoblamiento está resultando un éxito, como lo indican las recientes elecciones en La Rioja, Salta, La Pampa y Tierra del Fuego. Los categóricos triunfos de los gobernadores peronistas indican que el electorado no los hace responsables de la inflación. Para el kirchnerismo, asegurarse el control del estado bonaerense es la clave de su subsistencia, así esté en la Casa Rosada JxC o Javier Milei. Claro que la discusión acerca de si desdoblar o no es podría prolongarse por varias semanas más ya que Cristina y Kicillof seguirían muy de cerca la interna provincial de JxC, en la que Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta acaban de acordar que habrá al menos dos listas.

En el contexto nacional, el desdoblamiento de la elección bonaerense sería leído como que el peronismo se adapta a perder la elección nacional y se prepara para ser oposición.

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