Por Guillermo Cherashny.-

Primero fue el pensador Fernando Iglesias quien inventó el llamado por él mismo como «el club del helicóptero», donde engloba a todo el peronismo y no sólo al kirchnerismo, y poco a poco varios periodistas «compraron» esta teoría, como Joaquín Morales Solá y Jorge Fernández Díaz, que mezclan a CFK, el PJ y Sergio Massa para instalar “nosotros o el caos”, ya que no tienen nada positivo para mostrar.

En efecto, en febrero cayeron nuevamente los despachos de cemento y la inflación mayorista fue del 1,7% y la general del 2,5%. La economía no arranca cuando ya estamos terminando el primer trimestre, después del segundo semestre del 2016, cuando debía arrancar la economía.

Ayer apareció un dato positivo: que bajó el desempleo, pero opacado porque hay un efecto desaliento. Nadie busca trabajo porque no hay y el aumento del empleo es por los 100.000 nombramientos de cuadros del PRO en todo el país. Sí será muy positivo el blanqueo, que podría llegar a los 200.000 millones de dólares, o sea 80.000 millones más que el 31 de diciembre; de ahí que se esté pensando en prorrogarlo por 60 días más, para lo cual se necesita una ley o un DNU que la oposición no cuestionará. Este único dato positivo no le alcanza para crecer, por el gigantesco déficit fiscal que heredó y aumentó el gobierno. De ahí que se pasarán los cuatro meses que faltan para las PASO para denunciar mediáticamente golpes destituyentes o la vuelta al cristinismo, que quiere el golpe para que la ex presidente no vaya presa y, de paso, pone un manto de olvido sobre el conflicto de intereses de la familia Macri, el eufemismo que se utiliza para los negociados de Franco y su hijo Mauricio, que se iniciaron cuando Franco fundó su primera empresa en 1951 y desde ese entonces hasta ahora siempre con contratos sobrefacturados con el estado que se agravan ahora porque el presidente está de los dos lados del mostrador.

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