Por Guillermo Cherashny.-

El gobierno apuesta todas sus fichas en las próximas elecciones legislativas en todo el país y especialmente en la «madre de todas las batallas», como es la provincia de Buenos Aires, donde se eligen senadores nacionales, diputados nacionales, senadores y diputados provinciales y la mitad de los concejos deliberantes. Y el gobierno no quiere perder, porque le sería muy dificultosa la reelección del presidente u otro dirigente del partido, sea hombre o mujer. De ahí que el PRO mire con entusiasmo la reaparición d e la ex presidente, y más si se presenta como candidata a senadora por el fepeveísmo al mismo tiempo que Florencio Randazzo por el pejotismo. Se descuenta que Sergio Massa iría con Margarita Stolbizer en una alianza del Frente Renovador con el GEN.

El gobierno considera al gobernador salteño Juan Manuel Urtubey como opositor privilegiado para que compita por separado de Massa en la provincia, ya sea con Bossio u otro candidato, como Randazzo. Pero desde el jueves, Urtubey tomó distancia del gobierno, a tal punto que lo calificó de neoliberal, cuando en verdad los neoliberales son muy críticos de la política económica gradualista del gobierno. Pero Urtubey necesita que Massa lo apoye para ganar Salta por paliza y el FR tiene al intendente de Salta -Gustavo Sáenz- y Massa necesita al bloque justicialista de Bossio y Romero para ganar en Buenos Aires. De ahí la foto de Massa con Urtubey del sábado pasado, como respuesta a la división que Macri pretende de los sectores peronistas. Pero en realidad sólo puede manipular al fepeveísmo de Cristina y al pejotismo de Gioja, Scioli, Insfrán y compañía.

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