Por Guillermo Cherashny.-

Los analistas estaban sorprendidos con la decisión del gobierno de suspender a 300 empleados de Aerolíneas Argentinas a pocos días del G20 la próxima semana; en idéntico sentido, el jury promovido contra el juez de garantías Carzoglio, quien no había detenido a Pablo Moyano, tan reclamado por el procurador Conte Grand, demuestra que el gobierno está decidido a confrontar con los gremios duros en la semana del G20.

Da la impresión de que es una decisión muy arriesgada luego que obtuvo una pax romana con los gremios dialoguistas. En efecto, el otorgamiento del bono de fin de año evitó el paro general que exigían los duros, encabezados por los Moyanos, Palazzo de bancarios y Ricardo Pignanelli de SMATA, con lo cual estaba garantizada la paz para este fin de año, pero el gobierno necesita polarizar a la sociedad así como lo hace en la política, poniendo en primer plano a Cristina, pero en este caso es demasiado peligroso fomentar en forma indirecta un paro de los viajes en avión para el lunes próximo y, si apartan al juez Carzoglio, abrir la puerta para la detención de Pablo Moyano.

Por si faltara algo, el asesinato de un militante de la CTEP de Juan Grabois, de apellido Orellana, por un grupo rival o aún más grave si la bala partió de la Bonaerense, pero como la no se recuperó el proyectil, la duda quedará, pero ya la CTEP y la izquierda coparon la ciudad con una marcha.

Parecería que el gobierno está esperando una reacción de los gremios duros de la CGT y los movimientos sociales para alegar que no lo dejan gobernar. Pero no tiene sentido en la víspera de la reunión del G20 donde el gobierno debería garantizar la paz social. Encima, la paz cambiaria, que duró mes y medio, se terminó el viernes y el dólar mayorista, que es el que se utiliza para las operaciones de importaciones y exportaciones, subió el 3% a $ 37,50 alejándose de la banda inferior cambiaria, que estuvo en $ 35,80 y se teme que el conflicto social que se avecina asustó a los inversores que estaban jugando a la tasa contra el dólar y decidieron pasarse a este último en momentos en que el INDEC daba una caída anual para octubre del 5,8% para toda la economía demostrando que la recesión se profundiza. Por eso no se entiende que el gobierno apueste al conflicto social.

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