Por Guillermo Cherashny.-

Primero fue Nicolás Kreplak, el viceministro de salud de la provincia de Buenos Aires, quien dijo que «compra» una cuarentena hasta el 15 de septiembre próximo, y Teresa García, ministra de gobierno, alertó que en 30 o 40 días se puede saturar el sistema hospitalario en la provincia si todos los días se suman 200 infectados más por día. No es la misma proyección la que hacen en la Capital Federal, donde dicen que las camas de terapia intensiva siguen sobrando y sólo quieren limitar el transporte público, que registró un aumento importante los últimos días. Pero el gobierno de Kicillof insiste en cerrar más negocios en CABA y prohibir a los runners.

Los altos funcionarios del gobierno de la provincia de Buenos Aires están inseguros, porque no tienen el personal adecuado por utilizar las UCI, es decir, kinesiólogos suficientes. Es un atenuante, pero si el único objetivo es echarle la culpa de la expansión del coronavirus sólo a Rodríguez Larreta, están cometiendo un serio error.

Pero las declaraciones Kreplak y Teresa García no tiene ningún fundamento porque, si bien pueden subir 200 casos por día en ese territorio, hay que distinguir si los nuevos infectados son adultos mayores o personas con morbideces existentes, por lo cual se necesitarán más camas UCI. Pero si los nuevos casos son en los barrios vulnerables o villas, donde la mayoría es gente joven, no sería necesario ocupar y saturar las camas UCI.

En conclusión, las declaraciones de los funcionarios bonaerenses pueden ser útiles para que los que puedan se queden en casa y para que se mantenga el distanciamiento social, pero decir que en 30 días se satura el sistema, hoy no hay ninguna seguridad de que eso vaya a pasar y menos amenazar con cuarentenas rigurosas hasta el 15 de septiembre, cuando la lucha contra el coronavirus es día a día.

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