Por Guillermo Cherashny.-

Mucho se ha escrito sobre el asesinato de Barrientos, el chofer en La Matanza, los desaciertos de Berni y Kicillof y la insistencia de AF con su candidatura a la reelección; pero la coalición opositora Juntos por el Cambio, salvo que no están en el gobierno, tienen problemas parecidos. En efecto, Horacio Rodríguez Larreta no se habla con su competidora Patricia Bullrich y el expresidente Macri, quien renunció a su candidatura, salió enojado con Larreta porque, como ocurre siempre en la ciudad salvo en el 2019, la elección de gobierno se hace separada de la presidencial como pasó en 2011 y 2015 por decisión de Macri, quien hoy se queja por una situación similar, alegando un cambio de régimen electoral a poco tiempo del comicio.

Esta vez la cuestión es distinta. El actual jefe de gobierno no desdobla las elecciones en dos fechas pero puede decidir -y lo hará- que se vote en urnas separadas: una para las presidenciales y otra para las de CABA. Y lo hace por una cuestión política, cual es privilegiar sus relaciones con la Unión Cívica Radical. En cambio Macri quiere que los radicales sean furgón de cola del PRO, como ocurrió del 2015 al 2019, porque Larreta quiere a Gerardo Morales como su candidato a vicepresidente, ya que como presidente del Comité Nacional maneja el aparato partidario.

Bullrich no consiguió a ningún radical como compañero de fórmula, salvo el senador Naidenoff, un hombre de Morales que ahora quiere desoír a su jefe, quien le dio los votos para presidir el bloque de senadores nacionales de la UCR.

La PASO en Juntos es una lucha para que los candidatos provinciales lleven las papeletas con las dos fórmulas presidenciales, es decir, si un candidato es bancado por Larreta, que lleve también la de Bullrich, quien teme que eso no ocurra.

Volviendo al tema de la ciudad, Macri quiere que sólo su primo Jorge lleve la boleta del PRO y que Lousteau lo haga con la fórmula radical. Pero si hay fórmulas mixtas no habría problema; pero Larreta quiere que haya igualdad de condiciones entre Jorge Macri y Martin Lousteau y el ex presidente no está de acuerdo. La pregunta es si de las tres figuras del PRO, hay dos que no se hablan y el jefe de gobierno quiere cometer parricidio con su mentor, muy bien no anda ese partido y hay muchos negocios o negociados en el medio.

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