Por Guillermo Cherashny.-

La inflación de mayo fue del 1,3% y el gobierno espera que en junio baje a 1%, que julio tenga una nueva suba a 1,4% y en agosto, septiembre y octubre retome la senda del 1%, de modo ir comparando cada mes con igual mes del año pasado, que en mayo dio el 24%. Pero en todo esto hay una trampa, porque para noviembre se espera un importante aumento del transporte que, con fines electorales, se postergó como un nuevo aumento de luz y de gas, lo cual le agregará otros 3.4 a la inflación esperada del 21/22%. A esto hay que agregarle que el desempleo subió más, dando por tierra las mentiras del gobierno en el sentido de que se recupero el empleo perdido en el 2016 y que se habría recuperado desde agosto del 2016. Además, el atraso cambiario es muy grande y puede haber una corrección fuerte si el gobierno pierde las elecciones en la provincia de Buenos Aires, pero aunque la gane no será mayor al 32%, con lo cual la oposición será fuertemente mayoritaria, aunque esté muy dividida.

En el mes de noviembre, los cableoperadores comenzarán a cobrar 300 pesos para ver los partidos de fútbol, en lo que será otro golpe al bolsillo, porque el gobierno arregló con esos cables que no arranquen en agosto sino en el mes de noviembre, por lo cual tendrá que pagar con fondos del estado a los que compraron el fútbol. Es decir, después de las legislativas de octubre, en noviembre la gente verá que hay un golpe al bolsillo y que la pauta salarial del 20/21% de cláusula gatillo le hará perder nuevamente un 6% como en el año 2016, pero al gobierno eso no le importa, ya que el objetivo es ganar las elecciones o aunque sea ganarlas por un voto.

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