Por Rodolfo Patricio Florido.-

Dilucidemos primero cuál es el gran error en lugar de especular con el desarrollo de la nota. Massa eligió muy mal su adversario y equivoca su aspiración. ¿Nadie se lo dice?… luego, hay muchas otras pequeñas y no tan pequeñas cosas que podría mejorar para darle a su futuro, que aún es importante, un destino más allá de agosto y octubre.

Quizás se lo dicen y no escucha. Quizás no se lo dicen y solo quieren cobrar. Quizás solo piensan en sus destinos personales y no les importa en realidad en destino de su “líder”. Quizás él no da margen para opiniones que no convaliden la propia. Quizás sí. Todo esto, para mí, es pura especulación porque no conozco a Massa ni a su entorno. Solo puedo analizar profesionalmente las acciones y sus resultados. Y hay muchos, muchos errores.

El más importante de todos los errores que se observan es que planifican cada proceso electoral como si fuese el último, como si fuese una foto estática. No se observa ninguna acción, palabra o desarrollo que se oriente a la construcción de un futuro más allá del presente… y esto… es grave porque la política es un juego de ajedrez y mover cada pieza sin pensar 3 o 4 movimientos más adelante es depender de los errores de los adversarios antes que de los aciertos propios. O, lo que es peor aún, creer que el acierto por casualidad es un método.

Primero: Massa equivocó el adversario. Salió a disputar el primer lugar contra Macri y hoy corre el serio riesgo de terminar tercero después de Cristina.

Segundo: Massa, el Frente Renovador, ahora 1PAIS, es una combinación entre una escisión del peronismo que no se siente kirchnerista y la escisión de un radicalismo que había perdido presencia. En resumen, confrontar contra Macri/Vidal, Sanz y Carrió es mal visto por un electorado independiente que desea ver terminado el experimento kirchnerista y preferiría un neoperonismo más republicano. De alguna manera a Massa/Stolbizer le está comenzando a pasar lo mismo que le pasó y le pasa a Martín Lousteau cuando el electorado independiente (no el núcleo duro de CAMBIEMOS) entroniza a Carrió y claramente no acompaña el salto de Lousteau. Su actitud molestó muchísimo al electorado porteño que puede tener disidencias con Macri pero que nos las lleva al extremo de no acompañarlo por lo menos hasta que el kirchnerismo no sea parte de un pasado sepultado.

Tercero: El adversario de Massa no es Macri porque la llamada “ancha avenida del medio”, no existe. La Política, como la realidad, no se construye de deseos sino de hechos. Y el hecho es que en esta etapa de la Argentina no hay una “ancha avenida del medio porque la sociedad percibe que ya está ocupada por el oficialismo. La alianza CAMBIEMOS ocupa tres de los cuatro carriles. El carril de la centro derecha con el PRO, el carril del centro socialdemócrata con la UCR y el carril del humanismo de la centro izquierda con la Coalición Cívica. Hoy el carril de la izquierda populista lo ocupa el kirchnerismo. Por esto es que Massa retrocede. Porque no va en realidad por un carril del medio sino que va zigzagueando, saliéndose por las banquinas, buscando una posición que no encuentra y que la sociedad percibe que no encuentra. Por eso, porque la sociedad busca certidumbres y no incertidumbre es que 1PAIS comienza a retroceder en las encuestas y CAMBIEMOS comienza a avanzar aprovechando que el kirchnerismo en lo que yo llamo el “voto demolición”, se estanca. Y le llamo “Voto Demolición” porque después de una demolición la distancia entre el piso y el techo es nula.

Cuarto, y a mi entender último error, es que Massa/Stolbizer sienten que el voto kirchnerista duro es de un +- 30% del electorado bonaerense. Y esto no es así. De ese 30/33% casi un 40/50% carecen de cualquier sentido de pertenencia ideológica, más allá de una suerte de peronismo genérico que puede transitar todo el espectro ideológico desde un nacionalismo de derecha chauvinista hasta un izquierdismo populista latinoamericanista. Simplemente se quedaron enganchados con el efecto cortisona (sensación de cura sin fundamentos reales) del final del ciclo kirchnerista y, obviamente, son los que más sienten el ajuste de precios en los servicios. A este 50% del 30/33% del cristikirchnerismo el Massismo podría haberlo seducido, pero no se dio cuenta y se enamoró de un lavagnismo económico que es tan bueno para lo económico como malo es para lo político como quedó demostrado cuando se aliara con Ricardito Alfonsín en uno de los experimentos políticos más fallidos que recuerda la política argentina. Ese lavagnismo, lo está vaciando de futuro político en aras a sus peleas económicas personales con los economistas de CAMBIEMOS.

Massa/Stolbizer ya no pueden ganar esta batalla, pero, si corrigen su rumbo de precipicio, pueden aún competir en los años venideros para imaginar un futuro más moderno acercándose al peronismo que está construyendo sin costos el Gobernador Urtubey. O sea, un peronismo más republicano, menos feudal, menos prebendario e ideológicamente más parecido a los “Demócratas” norteamericanos. Por el contrario, si Massa insiste con este rumbo, su capital valdrá, luego de quedar tercero y lejos en su distrito, menos que lo que valía antes de la elección y le dejará abierto el camino a un Urtubey que, sin competir, se dirige en la dirección de quedarse con la escudería.

La generación Massa/Urtubey tiene de 10 a 20 años para construirse un futuro sólido y presidencial. Si siguen mirando el horizonte desde el sótano autoreferencial alguien ocupará ese espacio. Si hay algo siempre cierto en política es que los espacios vacíos se ocupan aunque sea con inútiles, fracasados o con zombies que no se enteraron que están muertos.

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