Por Oscar Dufour.-

Los últimos quince días lo encuentran alejado y ajeno a la disputa entre Gaby Michetti y Rodríguez Larreta.

Estas dos últimas semanas fueron políticamente claves para Mauricio Macri; tomó distancia de la contienda capitalina y se dedicó a trabajar el interior del país; aunque lo niegue, sabe que su liderazgo en el PRO puede tambalear si esta noche no gana su candidato Rodríguez Larreta.

El eufemismo, de que gane quien gane, gana el PRO; intenta diluir el grave error político que no pocos le adjudican, al tomar públicamente partido por su Jefe de Gabinete de Ministros. Se empeña en decir Macri, que “fue una enorme discusión si poner o no las PASO, pero consideré que debía haber internas. No podía decidir yo la sucesión”. Pero la realidad indica que habilitar las primarias en capital, más que una discusión, fue una exigencia puntual de la Senadora Nacional Gabriela Michetti.

La decisión de mantenerse alejado, de la batalla interna por su sucesión, fue una necesidad de preservación política, más que una actitud altruista; la “grieta” es evidente, y presiente que ya Michetti ganó aunque pierda la elección. La rebelde Senadora, logró adhesiones impensadas, y en un mundillo de “obsecuentes y amanuenses”, también logró por su digna actitud, y por su integridad, el respeto de propios y extraños, cuestión que no es poca cosa en la acción política argentina.

La extraña sensación por la que atraviesa estos días el Jefe de Gobierno Porteño, se vio reflejada cuando no le dio los últimos consejos a Larreta, y tampoco lo acompañó, como estaba previsto, a los actos de cierre con vecinos; contraponiendo lo que había hecho en un comienzo, cuando le brindó un contundente respaldo político -recordemos su carta en Facebook- y cuando compartió con alta exposición, la mesa televisiva de Mirtha Legrand.

El “mal humor”, también lo evidenció en la reunión de gabinete, cuando le dijo “todavía estoy esperando que me llamen para avisarme” al Ministro de Cultura porteño Hernán Lombardi, elegido por Michetti como su Vice-Jefe. Macri, como uno más, se había enterado de la decisión de Gabriela.

Promediando la tarde, sabremos si triunfó Gabriela Michetti, o si ganó Horacio Rodríguez Larreta; y si Mauricio Macri siempre con buen olfato, más allá de triunfos o derrotas personales, asume su cuestionada postura, como un grave error político.

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