Por Sebastián Dumont.-

No habrá novedades de la candidatura de Cristina Kirchner hasta, por lo menos, el viernes de la semana entrante. El acto convocado para el martes 20 en el estadio de Arsenal la tendrá como única oradora y pidió que no haya identificaciones partidarias, sólo banderas celestes y blancas. Y ella será la única oradora. Con todas estas acciones, el mensaje es claro: “soy la única que tiene los votos y hago lo que quiero y como quiero”. Las encuestas en el conurbano le arrojan cierta razón a esta idea, única razón por la que pude entenderse que aún los jefes comunales, viejos y nuevos, sigan a sus pies. El problema de los intendentes es el mismo desde hace muchos años. Arrancan armando grupos para tallar en la política nacional y terminan atando su estrategia a la pelea de los concejales. En tanto, Mario Ishii lanzará su espacio el lunes como una forma más de presionar a Florencio Randazzo para que desista de competir y se allane a la lista de unidad. Mientras tanto, el hombre del “poncho”, recoge la adhesión de los intendentes enojados por la “terquedad” del ex ministro de interior.

El peronismo, si es que así puede llamárselo a esta altura, pretende no cerrar ninguna alternativa posible hasta el sábado 24. Y ese abanico incluye muchas opciones.

La primera de ellas es que Cristina Kirchner sea la candidata del Frente Unidad Ciudadana, con la mayoría de los intendentes del conurbano apoyándola, y que Randazzo compita con Mario Ishii la PASO del PJ. Es hoy la que está más en la escena. Pero no parece ser la más deseada por los caciques territoriales, aunque sí por el gobierno, e incluso por Massa.

Pero la candidatura de Ishii busca generar un efecto en lo inmediato. El hecho que Randazzo tenga que enfrentarlo en el cristinismo creen que lo baja de categoría. Es verdad. Cristina nunca lo tomó como un par. En realidad a nadie pone en esa categoría, ni siquiera al actual presidente de la Nación, a que considera inferior intelectualmente. Pero esa es otra cuestión.

La idea de muchos es que Randazzo reflexione y para evitar la interna se allane a la lista de unidad de la que se viene hablando hace tiempo. De esa manera, el PJ se sumaría al Frente Ciudadano y “san se acabo”, como dijo Scioli hace unos días atrás. Incluso hasta CFK podría desistir de su candidatura. Claro que para ello hay condiciones. La ex presidente lo aceptaría a Randazzo, pero sólo a él. No quiere saber nada con Julián Domínguez, ni con Abal Medina, como tampoco al Chino Navarro del movimiento Evita.

Para colmo, los intendentes que se mostraban con Randazzo ya dudan de seguir en la aventura. Hasta el propio Eduardo Duhalde, que apoya al hombre de Chivilcoy se encargó en persona de hacer gestiones para que Ishii baje su postulación. Se encontró con la firme negativa del intendente de José C. Paz.

Todos juegan a la dureza de sus posturas para negociar mejor llegado el momento.

También se mezclan en todo esto viejas cuitas del gabinete K. Con financiamientos incluidos. Al parecer, Randazzo dejo varios cabos sueltos.

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