Por Sebastián Dumont.-

En una reciente entrevista televisiva, Franco Macri tuvo palabras elogiosas para María Eugenia Vidal. “La apoya el Papa Francisco”, dijo el padre del presidente argentino. Quizá se haya referido a la decisión que tomaron muchos curas en el conurbano de apoyar su postulación para la gobernación y evitar la llegada de Aníbal Fernández. Se sabía que el sumo pontífice prefería a Julián Domínguez. Ahora, hay otro tema muy terrenal que amenaza la paz entre la iglesia y la mandataria provincial: la instalación del Bingo en Puente la Noria. Una historia de enredos e intereses cruzados de todo tipo.

El intendente de Lomas de Zamora es Martín Insaurralde que, además de estar casado con Jésica Cirio, tiene un pasado ligado al juego en la provincia de Buenos Aires. Fue la mano derecha de Jorge Rossi, ex jefe comunal y antes titular de Lotería en tiempos de Eduardo Duhalde. Conoce el paño como pocos. En el término exacto de la palabra.

Hace unos años que se viene construyendo la posibilidad de que Lomas de Zamora tenga un centro de juegos de azar mucho más amplio que el que se ofrece en la actualidad. El nuevo bingo estaría instalado en el Puente la Noria, un lugar por demás concurrido. Hablan de cerca de 40 personas por día.

Las presiones son muchas, como los proyectos para que se frene su instalación. Los actores del juego en la provincia de Buenos Aires no son tantos. En el rubro Bingos, los españoles de Codere tienen aún mucha influencia, a pesar que la empresa tenga deficiencias económicas. De hecho, Codere auspició, durante muchos años, la camiseta de Banfield, club de los amores de Eduardo Duhalde, entre otros. También hay que sumar a Cristóbal López, quien ingresó más tarde que otros, pero ganó fuerte influencia a partir de la compra de bingos con “rueditas” como el de Los Polvorines, Villa Gessell y Olavarría. Estaba detrás del de Pinamar, cuyo dueño, Rolo Serra, guarda una relación silenciosa y muy particular con la política del conurbano.

La iglesia fue fundamental, en su momento, para frenar el avance de la instalación de las tragamonedas en los hipódromos de la provincia de Buenos Aires. Cristóbal López buscaba llevar su experiencia de la ciudad a San Isidro. La presión del obispo de esa diócesis, Jorge Casaretto lo impidió, además de la pelea, en ese entonces, de Felipe Solá con Néstor Kirchner por los juegos de azar. Cuando se fue Solá, Cristóbal tuvo vía libre para ingresar a la provincia pero nunca logró meter las “tragaperras” en los hipódromos.

Ahora, en Lomas, la iglesia vuelve a meter presión. En este caso, el titular de la diócesis es Jorge Lugones quien consideró que el funcionamiento de la sala de juegos en la zona “es un gravísimo riesgo social”. “Abrir el bingo es como darle una granada a un niño, aunque no se saque la espoleta”. Más claro hay que echarle agua.

La puja llega a otros niveles superiores. El titular de Lotería provincial es López Melitón, a quien se lo considera allegado a Daniel Angelici, otro de los actores del juego en la provincia, aunque no mayoritario. Pero la realidad es que conoce a la gobernadora y su marido desde la época de estudios universitarios.

Vienen de cometer una desinteligencia llamativa. La gobernadora aprobó la implementación de la quiniela instantánea, que tenía fuerte rechazo del propio radicalismo, socios en Cambiemos. Advertida, dio marcha atrás.

Lo del bingo en Lomas es mucho más serio. Es más, hay quienes sostienen que será difícil que se dé marcha atrás y que la presión es muy fuerte.

Hasta no descartan que haya un tema muy sensible de por medio. Una colaboración de antemano para la frustrada campaña de Insaurralde a la gobernación y su popularidad de la mano de Jésica Cirio.

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