Por Carlos Tórtora.-

El Frente para la Victoria está desplegando una batería de recursos impresionante para ganar la elección provincial de Tucumán este domingo. El ex ministro de Salud de la Nación, uno de los funcionarios que más aumentaron su patrimonio en la década K, enfrenta a la entente radical, macrista y massista del Frente Amplio Cívico y Social con Tomás Cano como candidato a gobernador. El alperovichismo, contra muchos pronósticos, viene de hacer una excelente elección en las PASO con el 46,94% contra el 34,62% de la alianza opositora. La jugada de la Casa Rosada es que la diferencia aumente más de 5 puntos y que Tucumán tenga entonces un efecto dominó en todo el NOA, donde el kirchnerismo ya le hizo sentir su superioridad a CAMBIEMOS, ya que el 77% de la diferencia que obtuvo Scioli proviene del NOA y el NEA.

Scioli está especialmente interesado en que Manzur gane por un margen abrumador, por una sencilla razón: necesita un gran golpe de efecto para contrarrestar su resbalón de las inundaciones y el papelón del viaje a Italia. Curiosamente, al cristinismo también le interesa en particular esta victoria pero por otros motivos: nada tiene que ver el aperovichismo con la ola naranja. Como Aníbal Fernández, Alperovich y Manzur pertenecen al kirchnerismo ajeno totalmente a Scioli y hasta en parte hostil.

Movimientos subterráneos

Claro está que no todas son rosas en el jardín K. Ayer, el castigado Ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo -al que le quitaron hasta el manejo de las elecciones para pasárselo a su par de Justicia Julio Alak, dijo cosas que un ministro oficialista no debe decir. Por ejemplo, que no integrará el gobierno de Scioli si éste llega a presidente. En realidad, leído desde la Casa Rosada, el mensaje fue más a fondo. En caso de que gane Macri, o aun ganando Scioli, Randazzo se prepara para encabezar una corriente K crítica del cristinismo, una verdadera escisión. Entre otras palabras, un movimiento contra Aníbal Fernández, cuya cercanía a ciertos círculos del narcotráfico local lo pone en la mira de muchos. Lo de Randazzo es un indicador de que en el mundo subterráneo de la política están pasando cosas y que el mani pulite brasileño está demasiado cerca como para no influir.

La posibilidad de la revisión judicial de los fallos que cerraron las causas sobre corrupción en el actual gobierno es otra corriente subterránea que sigue su curso dentro y fuera de la justicia. Por ejemplo, mañana a las 18 horas, el Directorio del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires invita a la presentación de la edición actualizada del libro de Federico Morgenstern, “Cosa Juzgada Fraudulenta”. En la oportunidad hablarán el periodista Carlos Pagni, los doctores Maria Angélica Gelli, Luis Alberto Romero y Máximo Fonrouge.

Tal vez en este campo es en el cual CFK le deja a Scioli la herencia más pesada y la que, además, lo puede llegar a hundir.

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