Por Carlos Tórtora.-

Una verdadera trama de suspenso se instaló en el peronismo a partir de dos situaciones. Por un lado, la cautela extrema de Roberto Lavagna en definir públicamente su candidatura a presidente paraliza al Peronismo Federal. Sergio Massa, por ejemplo, se encuentra en una difícil situación, ya que por un lado le costaría mucho desarrollar su candidatura a presidente mientras buena parte de los dirigentes que lo apoyan tienen un pie en el lavagnismo. Por otro lado, el tigrense no podría dar un paso al costado en favor de la postulación del ex ministro de economía, por la sencilla razón de que éste no afirmó que será candidato. Esta situación de algún modo favorecería al tercero en discordia, Juan Manuel Urtubey, que estaría dispuesto a continuar con su candidatura haga lo que haga Lavagna. Según algunos, Massa especularía con que esta decisión de Urtubey podría ser clave para que Lavagna no acepte ser candidato, ya que no está dispuesto a competir en una PASO.

Ella también espera

La segunda faceta de este enredo es lo que ocurre en el sector que va de Lavagna a Cristina Kirchner. Esta última podría explotar hasta el último día el suspenso sobre si será o no candidata, sabiendo que él necesita su definición para saber qué hacer. Con Cristina candidata, Lavagna se arriesgaría a salir tercero, repitiendo la ubicación que tuvo en el 2007. A su vez Cristina, en caso de optar por bajarse, debería pensar muy bien lo que hace. Sus opciones son bendecir un candidato propio o acordar con Lavagna. En el primer caso, con Felipe Solá o Agustín Rossi, se arriesgaría a que cualquiera de ellos salga tercero y el cristinismo aparezca perdedor ante Lavagna. La lógica indica que ella elegirá entre ser candidata o sentarse a negociar con Lavagna. Esta última escena resulta difícil de visualizar, porque ambos se desconfían bastante y no hay antecedentes de una buena relación.

La realidad es que no parece haber lugar para los dos y que ninguno está dispuesto a dar un paso apresurado. Este manejo de los tiempos podría llevar al peronismo a un estado de crispación pocas veces visto.

Share