Por Sebastián Dumont.-

Este jueves se reunirá el concejo del PJ nacional y la idea más firme es que se anuncie un desprendimiento de la sigla FPV. En realidad, es una entelequia, porque el Frente para la Victoria, como su nombre lo dice, es un frente que se construye para una elección. Pero como el poder de sumisión de los dirigentes del “peronismo” ha sido tan grande en la “década ganada”, ese detalle pasó desapercibido para muchos. Ahora parece el tiempo de arriar banderas. Y despegarse lo más posible. En medio de todo ello, ha surgido una encuesta bastante particular que lo ubica al ex gobernador de Buenos Aires y vicepresidente del PJ, Daniel Scioli, casi con la misma intención de voto que Sergio Massa. Es un dato. Pero en las mesas políticas ya se habla de la intención del macrismo de levantar al ex motonauta ante la debacle del cristinismo para mantener en pie el plan de tener una oposición dividida.

Con Scioli fuerte en los números, siempre según las encuestas, y CFK fuera de juego, como incluso deslizan desde el entorno de la ex mandataria desde el Calafate, el macrismo parece volver al plan original de atomizar al peronismo que, ante los hechos de corrupción, comenzó a pensar en unificarse.

Por esa razón, no llama la atención que se hable de un Scioli con alta intención de voto, según el encuestador Hugo Haime. Casi igualado con Massa. Sólo ese dato hace muy difícil que pueda haber acuerdo con el propio ex intendente de Tigre y también con Randazzo. Eso provocaría que, el año que viene, el peronismo vaya dividido en favor del macrismo en la provincia de Buenos Aires. Es decir, mantener el plan original del gobierno que pensaba, en algún momento, a CFK como una de las opciones.

“Con De la Sota tenemos corazón peronista, pero no volvemos al PJ”, dijo Massa en las últimas horas, al mismo tiempo que comenzó a jugar con la posibilidad de no presentarse el año que viene y dejarle su lugar a Margarita Stolbizer. Eso podría provocar varias acciones colaterales. Sí, de todas formas, el Frente Renovador estará en la elección y será una opción.

El PJ corre el riesgo de dividirse aún más. Ya hay dirigentes que están hablando con Massa y otros que van en busca de Randazzo. Además, Cambiemos empezó con la tarea de seducción de los alcaldes que forman parte del grupo de dialoguistas para ver si pueden sumarlos en un futuro no muy cercano. Es importante para esta estrategia dar muestras que un acompañamiento no sería pintarse de amarillo. Sino que se trata de un acuerdo con un sector del peronismo. El primer paso de esa movida la darán con Joaquín De La Torre. Pero hay más. Incluso gestos seductores ya recibieron intendentes como Mario Ishii o Ariel Sujarchuk. Pero por ahora, prefieren colaborar con la gobernabilidad antes que pegar un salto tan alto.

Share