Por Guillermo Cherashny.-

Anteayer se llevaron a cabo las elecciones a intendente en la capital de Córdoba, en las que Ramón Mestre, el candidato del PRO, fue reelecto con el 33% de los votos y Luis Juez, el otro aliado de Macri, sólo obtuvo un 15% quedándose con el cuarto lugar. Frente a estos resultados, este último fue desplazado del escenario político ya que se quedó sin la senaduría y además, sin la intendencia.

Por otro lado, el candidato de De la Sota, Esteban Domina, se quedó con el tercer lugar, con el 17,6%, mientras que, Tomás Méndez, con el objetivo final de sacar del campo de juego a Luis Juez, se consagró en segundo lugar con el 22%, gracias al apoyo que obtuvo de la izquierda y del gobernador de Córdoba. Hay un dato clave y desconocido para entender el nuevo escenario político que dejaron planteadas las PASO de agosto pasado: De la Sota, por primera vez en los últimos 30 años, logró ganarle en las PASO a Macri por una diferencia del 3%. Por lo que se ve que el candidato presidencial posee una alta intención de voto en su ciudad natal. A pesar de ser parte del partido amarillo, Mestre tiene entonces mejor relación con De la Sota que sus correligionarios Oscar Aguad y Mario Negri, lo que hizo que ganara la elección nuevamente.

Dato curioso

Otro dato curioso es el hecho de que el candidato del PRO haya demorado las elecciones de la intendencia para después de las PASO, ya que se esperaba un triunfo del macrismo. Si bien las urnas demostraron lo contrario, De la Sota logró sembrar desconfianza sobre Juez, luego de que éste le realizara una denuncia por corrupción a Mestre.

Según dos encuestas que maneja el delasotismo, Sergio Massa retendría el 80% de los votos del “Gallego”, por lo que se estima que habría un 20% que va para Macri. Por más que Mestre festejó su triunfo de ayer con Mauricio, su relación es perfecta con el gobernador y, en caso de que resultara ganador Scioli, será beneficiosa para ambos.

Finalmente, el pensamiento del gobernador cordobés convenció al dirigente del Frente Renovador de que, si se produjera un ballotage entre el candidato oficialista y el funcionario del partido amarillo, debería proponer un programa de 25 puntos de acuerdo para un cogobierno junto con su rival de la oposición. Si esto se concretara, De la Sota sería un ministro importante. Aquellos que afirman que los votos de la Unión por Córdoba serán para Macri, por su postura anti kirchnerista, y entonces eso aseguraría su triunfo, no están teniendo en cuenta que Juan Schiaretti se impuso, contra todos los pronósticos, con un 5% frente al candidato del PRO. Esto da la pauta de que Massa podría ganar los dos senadores por la mayoría y retendría la mayor parte de los votos que obtuvo en las PASO.

Por supuesto que en la mesa chica del PRO los cálculos son otros. Allí estiman que, cuando falte menos de un mes para la primera vuelta del 25 de octubre, se producirá un vuelco masivo hacia el voto útil y que el massismo, por este motivo, descendería entre 5 y 6 puntos a nivel global. Claro está que una mayoría de los sufragios irían a parar al Frente para la Victoria y una minoría a CAMBIEMOS.

De cualquier modo, los encuestadores del PRO creen que Scioli encuentra serios problemas para superar el 40%, lo que garantizaría que se llegue al ballotage.

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