Por Alexis Di Capo.-

El nuevo polo de centroizquierda está en plena construcción. El espacio, que nace de la impronta del trío compuesto por Ricardo Alfonsín, Federico Storani y Juan Manuel Casella, está convergiendo rápidamente con el socialismo de Miguel Lifschitz y el GEN de Margarita Stolbizer hacia la creación de una sola opción electoral progresista. Para muchos, esta empresa le viene como anillo al dedo a Martin Lousteau, si es que piensa en una candidatura presidencial a pesar de que el macrismo intentaría retenerlo dentro de CAMBIEMOS. La fractura radical está bastante a la vista, ya que el nuevo proyecto gira alrededor del radicalismo bonaerense, en tanto que en la conducción nacional de la UCR con el mendocino Alfredo Cornejo defiende más bien los intereses de los caudillos del interior.

Atrás quedaron los tiempos en los que Margarita Stolbizer era la aliada principal de Sergio Massa, ahora sin posibilidades de crecer en el electorado de centroizquierda.

El efecto

El caso es que el nuevo polo, así como se aleja por completo del macrismo, también marca distancias con el peronismo. De prosperar la iniciativa estaríamos en presencia de una tercera fuerza nacional. Sea con Lousteau o con otro como candidato, el Frente Progresista choca con la pretensión de Cristina Kirchner de hegemonizar el progresismo a través de una alianza que encabece Unión Ciudadana, cuyo apoderado nacional es justamente un radical, Leopoldo Moreau, que desde hace años intenta sumar radicales al aparato kirchnerista.

Desde el punto de vista de la matemática electoral, Alfonsín, Storani y Stolbizer podrían restarle más votos al cristinismo que a CAMBIEMOS, recortando así el espacio de la ex presidente a la franja del peronismo. Los operadores de CFK en la centroizquierda, como Martín Sabbatella, quedarían también bastante acotados. Si así se proyectan las cosas, del mismo modo que una oferta electoral liberal podría mermar los votos del PRO, la aparición de una centroizquierda con votos de algún modo limitaría al frente kirchnerista y sería funcional al oficialismo.

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