Por Carlos Tórtora.-

Las fuerzas centrífugas vuelven a hacerse sentir con rigor en el peronismo anti k, que tuvo su mayor expresión de organicidad en la foto del mes pasado para la fundación de Alternativa Nacional, en la cual se mostraron Juan Manuel Urtubey, Miguel Ángel Pichetto, Juan Schiaretti y Sergio Massa. Ayer, uno de los operadores del espacio se preguntaba si hoy la misma foto sería posible y se contestaba que probablemente no. Pichetto, que está en pleno despliegue de su imagen presidencial, se encontró con una discusión inesperadamente intensa en torno a la defensa del Fondo Sojero y su par formoseño José Mayans, hombre de Gildo Insfrán, amenaza ahora con una ruptura del bloque Argentina Federal que podría arrastrar a cinco o seis senadores. De concretarse la ruptura, Pichetto debería cargar con un doble costo político: se le dificultaría de este modo el control de la cámara alta y además se deterioraría su imagen de presidenciable.

Pero no es el único síntoma de crisis entre los rivales de Cristina Kirchner porque, como publicara ayer este medio, Urtubey abandonó su habitual prudencia para poner en marcha un desarrollo propio en el territorio bonaerense, lo que le hace entrar en colisión con Sergio Massa, que lucha contra la dispersión de estructura. Ayer se conoció la primera encuesta que le asigna al salteño una mejor intención de voto que al tigrense.

El choque de Massa y Urtubey se produce cuando hay señales de que Juan Manzur podría provocar aún más desconcierto en este espacio si admite la posibilidad de ser él también candidato a presidente.

El tucumano viene posicionándose desde la convocatoria masiva que organizara para el 17 de octubre pasado.

Otro dato a tener en cuenta, aunque no parece ser demasiado serio, es que Daniel Scioli también se puso el traje de presidenciable y, como una especie de caballo de Troya, se mueve también en el espacio anti k.

Sin reglas de juego

El creciente desorden que envuelve a los rivales de CFK tiene múltiples causas. Una es que ninguno de los presidenciables está creciendo lo suficiente como imponerle condiciones al resto. Por el contrario, las distintas figuras atraviesan por una especie de empate permanente. Otro factor que pesa es que en el espacio no hay reglas de juego acordadas, por ejemplo, la realización de una primaria común. Esto hace que la competencia interna se esté dando como una especie de sálvese quien pueda. Para los más pesimistas, los riesgos de dispersión están más presentes que nunca.

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