Por Carlos Tórtora.-

El peronismo dio una sorpresiva muestra de unidad y, mediante una alianza táctica, derrotó a Cambiemos en el Consejo de la Magistratura. Fue prácticamente un golpe de efecto obligado por las circunstancias. Luego de aprobar en las dos cámaras un proyecto de presupuesto que ellos mismos calificaban de repudiable, los legisladores peronistas habían llevado su aporte a la gobernabilidad hasta un punto extremo. En particular, el peronismo anti k absorbió en las últimas semanas un desgaste significativo y tenía que encontrar el modo de diferenciarse de la Casa Rosada. Y el Consejo de la Magistratura le dio la oportunidad. En cierto modo, el peronismo moderado trabajó en las últimas semanas sin quererlo para la consolidación de la candidatura de Cristina Kirchner al mostrarse tan comprensivo con la necesidad de apoyo del gobierno. Así es que, en buena medida gracias al peronismo, Mauricio Macri llega al G20 como un presidente que cuenta con el apoyo opositor en ambas cámaras y que, por lo menos hasta ahora, cuenta también con la aquiescencia social ante el severo ajuste impuesto por el FMI. La operación no puede ser más exitosa para el gobierno, hasta el punto que la contracumbre del G20 la encabezará quien quiere el gobierno que sea su oposición: Cristina Kirchner.

Salvo imponderables, Macri ha quedado consolidado como candidato a su reelección.

El laberinto

Con Cristina y Macri consolidados, el principal problema lo tiene ahora el otro peronismo. Allí crece la idea de una fórmula presidencial con Urtubey y Pichetto para confrontar tal vez con Sergio Massa y Juan Manzur. Una primaria de este tipo le daría fuerza al sector pero es dudoso que tanto Urtubey como Massa acepten correr el riesgo de perder una interna. La otra alternativa es que ambos se presenten por separado dividiendo así el voto del peronismo anti K.

Urtubey, Massa y Pichetto se enfrentan así a una creciente disociación a dos meses de haber constituido Alternativa Nacional junto con Juan Schiaretti. Las idas y venidas y la falta de acuerdos concretos hacen que la foto de los cuatro ya hoy parezca ajada.

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