Por José M. García Rozado.-

Mal que le pese a Carrió, Sanz y Macri, los “peronistas no creen en el Partido Justicialista”, quizá porque éste es un sello de goma. Es todo un contraste el encuentro en la sede de la calle Matheu al 100, en Ciudad de Buenos Aires, entre la delegación del Partido Comunista Chino que acerca el embajador Yang Wanming, y los líderes del Consejo Nacional Partido Justicialista, dirigidos por el gobernador jujeño, Eduardo Fellner. El PCCh comanda China. “El PJ se encuentra hasta con su legitimidad en discusión y depende de la jueza federal con competencia electoral María Servini de Cubría para que sus autoridades sigan prorrogando mandatos vencidos”. Hay peronistas junto a Daniel Scioli pero también con Sergio Massa, Mauricio Macri y José Manuel De la Sota. Adolfo Rodríguez Saá intenta liderar un Peronismo Federal, que logró sumar a Massa y De la Sota, para evaluar si pueden ser más de los que sume Scioli y frenar la fuga hacia Macri, que en Santa Fe ascendió gracias a los peronistas de Carlos Reutemann.

José Manuel De la Sota y Sergio Massa se fotografiaron juntos, en el bar del Club del Golf, frente a uno de los lagos de Palermo, para demostrar que están abiertos a un acuerdo para las elecciones. Pero, de nuevo, ese pacto no podría tener locales ni visitantes: por eso evalúan crear un nuevo frente, de impronta peronista, para competir en las PASO.

Los precandidatos presidenciales Sergio Massa y José Manuel de la Sota se reunieron en el café del Golf Club de Buenos Aires y avanzaron en las conversaciones para decantar en un frente electoral conjunto, además de planificar un nuevo encuentro para la semana próxima. “El encuentro iba a ser en Selket Café pero como se filtró, finalmente se vieron en el Café del Lago, en el barrio de Palermo”, explicaron a la agencia estatal de noticias Télam, voceros del Frente Renovador sobre la reunión que anticipé el jueves 23. Según se supo, ambos dialogaron de hacer un “intercambio de los equipos técnicos” que acompañan a ambos y acordaron con realizar “a mediados de la semana próxima una conferencia de prensa conjunta en la ciudad de Córdoba”. Massa ya le comunicó al gobernador cordobés que apoyará al postulante delasotista, Juan Schiaretti, para las elecciones de la provincia. Luego del encuentro, que se prolongó por casi 2 horas, Massa se fue a la localidad de Campana y De la Sota retornó a Córdoba. La notici a retumbó muy fuerte en todos los medios, por la importancia que tiene el caudal peronista que como ya explicamos, hoy se encuentra dividido entre por lo menos los tres precandidatos más propuestos por el electorado, (ver Encuesta de Aragón, Rouvier y otros), aquí algunos comentarios al respecto: Carlos Sachetto en el diario “Los Andes”, de la ciudad de Mendoza:

“En el caso del gobernador bonaerense, a quien el kirchnerismo duro le ha sembrado de espinas el camino a su candidatura, la ambición de lograr la unidad del peronismo no es solamente un sueño de liderazgo. Imagina que si llega a ser presidente, con ese escudo formado por gobernadores e intendentes identificados con la vieja doctrina, podrá ponerles límites a las exigencias de La Cámpora y de otros sectores transversales que seguirán respondiendo a Cristina Fernández. Esa siempre fue una aspiración de Scioli, pero su instinto de supervivencia ante el maltrato kirchnerista lo llevó a mimetizarse cada vez más entre quienes lo miran con desconfianza. Ahora, en los hechos, intenta decir que kirchnerismo es igual a peronismo, cuando las evidencias no confirman que eso sea tan así. El caso de Massa es diferente. Se reivindica como peronista pero decidió diferenciarse proponiendo un frente con distintos sectores que hiciera foco en la renovación. Allí recibió un fuerte apoyo del peronismo tradicional que le permitió ganar las elecciones legislativas de 2013 nada menos que en la provincia de Buenos Aires. Con eso postergó el sueño kirchnerista de “Cristina eterna” y consolidó una fuerza que hoy le permite aspirar a la Presidencia. A la hora de formalizar las alianzas, sobrevino el criterio de la selectividad y Massa creyó que la renovación era incompatible con el peronismo tradicional. Para privilegiar su convocatoria a los jóvenes, prefirió cerrarles las puertas a los viejos caudillos y desalentó esos acercamientos. Hoy, cuando todos transitan hacia las definiciones electorales y la intención de voto se convierte en inevitable referencia, Massa advierte que no es vaciando su fuerza de peronismo como va a recuperar posiciones,” explica.

“En un escenario que anticipa fuerte polarización entre la continuidad y el cambio, Massa está hoy tercero en los sondeos detrás de Scioli y Mauricio Macri. Ese descenso provocó largas evaluaciones internas sobre la conveniencia o no de bajarse de la candidatura a presidente para competir por la gobernación de Buenos Aires, pero la voluntad de ir por el premio mayor se mantuvo. Eso sí, por conveniencia más que por convicción, sus operadores salieron de apuro a recomponer relaciones con las figuras del peronismo disidente. Ya está avanzado un acuerdo con Alberto Rodríguez Saá, José Manuel de la Sota y otros dirigentes de ese sector que -según los cálculos optimistas que se hacen en el massismo- podrían sumarle alrededor de un 7 por ciento de los votos. Una cifra no despreciable para meterse nuevamente en la pelea y evitar que Scioli gane en primera vuelta con el 40 por ciento y una diferencia de 10 con el segundo”, termina diciendo Sachetto. Eugenio Paillet en “La Nueva Provincia”, de Bahía Blanca nos explica que: “Salvo catástrofes impensadas, se puede afirmar que la pelea cada vez más cercana de cara a las PASO de agosto mostrará desde mañana casi la misma característica. Tal vez con pocos matices. Macri, fortalecido en sus aspiraciones y reafirmando su actual primer puesto en las encuestas, a lo que podría sumarse el éxito de su alianza en Córdoba, que según sondeos por primera vez pone en duda la hegemonía del delasotismo en la provincia. Scioli, reconcentrado en su ultracristinismo por conveniencia, que seguramente se va a subir al carro triunfal de Recalde si hoy lleva al FpV a la condición de segunda fuerza en la Ciudad, pero que no va a sufrir ningún costo extra si las cosas resultan de otra manera. Massa deberá seguir remando para rearmar su estrategia, que por ahora lo relega lejos de esa pelea. Aunque hay dos factores que algunos observadores reflejan como capaces de reponerlo en esa carrera que por ahora es entre dos, como el posible acuerdo amplio con el peronismo no kirchnerista con base en De la Sota y Adolfo Rodríguez Saá, y el impacto que tendría a nivel del peronismo en particular y de un sector social en general su aparente decisión ya tomada de llevar a Roberto Lavagna como candidato a vicepresidente, que anunciaría el primero de mayo,” concluye Paillet.

Marcelo Veneranda en el diario “La Nación”, de Ciudad de Buenos Aires: “De la Sota es candidato a presidente y la foto de ayer demuestra que está dispuesto a conversar con Massa. Pero no va a ser el vice de nadie”, enfatizó, en diálogo con LA NACION, Jorge Lawson, ministro de Comunicación de Córdoba. La aclaración es vital para la tropa cordobesa, que siente que por fin el gobernador logró iniciar su campaña presidencial. Manejan encuestas que lo ubican como el cuarto presidenciable, detrás del bonaerense Daniel Scioli, el porteño Mauricio Macri y Massa, por encima de Margarita Stolbizer. En sólo un mes, crecimos cuatro puntos”, se envalentonan, y esperan más para cuando empiecen a fluir las piezas publicitarias del brasileño João Santana. “Necesitamos un mes más para seguir creciendo: ahí podremos hablar de acuerdos”, razonan. Massa tampoco está interesado en sellar una alianza hoy, a 50 días del plazo legal. Es, ya lo demostró en 2013, un aficionado a los golpes de efecto sobre la hora. El peronismo federal del senador Adolfo Rodríguez Saá empezó a tener un puente entre ambos y podría ser la base de un Frente Peronista Renovador que los cobije en las PASO. Queda la duda de cómo conjugará Massa esa impronta peronista con el carácter más plural que le imprimió al Frente Renovador. La calculadora suele resolver esos dilemas ideológicos: cerca del tigrense creen que De la Sota, Rodríguez Saá y el PJ Federal podrían sumarle unos seis puntos a Massa, además de reforzar su llegada al centro del país y Cuyo. Ayer, desde ambos sectores ofrecieron pruebas de avances más concretos en la relación. El massismo prometió que en Córdoba apoyará al candidato a gobernador que impulsa De la Sota, Juan Schiaretti, que el 5 de julio enfrentará a la triple alianza conformada por la UCR, el juecismo y Pro. También al kirchnerista Eduardo Acastello, que ayer recibió la visita del gobernador bonaerense, Daniel Scioli”, intenta reflejar Veneranda.

“El delasotismo, por su parte, se mostró por primera vez menos rígido ante la candidata a intendenta que Massa apoya en la capital provincial: Olga Riutort, ex esposa de De la Sota y enfrentada con él desde su separación. Para colmo, Riutort disputará el voto con la hija de De la Sota, Natalia, candidata a vice de Esteban Dómina. Pero esas elecciones se realizan en fechas separadas a las provinciales. Y, después del café de ayer, todo parece abierto a discusión. (…)” concluye. En el diario Clarín se anticipó: “Daniel Scioli llegará esta tarde a Río Cuarto, la capital alterna de la provincia, donde reside el gobernador cordobés José Manuel de la Sota. El Gobernador estará acompañado por Eduardo Accastello, el intendente de Villa María y candidato kirchnerista para la provincia mediterránea, que en las últimas semanas creció en las encuestas, aunque -se especulaba cada vez con menos fuerza- podría “bajarse” para beneficiar a Juan Schiaretti. Scioli asistirá a la edición de un festival de rock, que su gestión bonaerense ya organizó en Villa Carlos Paz. La visita de Scioli coincide con el nuevo acercamiento entre De la Sota y Sergio Massa y con la foto que ayer se tomaron otros dos precandidatos -Mauricio Macri y Ernesto Sanz- con sus candidatos Oscar Aguad y Héctor Baldassi. Scioli buscará sumar votos y apuntalar a Accastello. El intendente villamariense recibe a todos los precandidatos presidenciales K que llegan a Córdoba, pero desde su entorno admiten que Scioli es el preferido. Con la campaña provincial ya en marcha, en el peronismo oficialista, y también en el 
kirchnerismo, están atentos a los movimientos de los intendentes del interior. El 30 del corriente vence el plazo para pegar las elecciones municipales con la provincial, y la expectativa es conocer cuál será la actitud que 
tomarán los intendentes. En el Gobierno provincial están convencidos de que la mayoría de los 220 intendentes peronistas elegirán votar el 5 de julio, para respaldar a la 
fórmula oficial Juan Schiaretti-Martín Llaryora”, concluye Clarín.

Este nuevo escenario, sumado a lo que algunos consultores serios -no los pagados por Clarín o el PRO- dan como actualmente una “indefinición estable”, ya que aunque Mauricio creció con las PASO porteñas y la vergüenza santafesina, resta por conocer al compañero de fórmula de Daniel Scioli, el otro peronista-cristinista puyes con un compañero peronista mide de una manera y otra muy diferente de ser acompañado por un camporista en la fórmula por imposición de Cristina Fernández, y ya conocemos de cerca y suficientemente el carácter y el redoblar la apuesta de la primer mandataria, por lo que en caso de ocurrir, mucho del peronismo semioficialista viraría hacia el massismo, y una muy pero muy pequeña porción lo haría por el PRO, pues la alianza de Mauricio con Lilita Carrió, y su antiperonismo rabioso, impediría cualquier tipo de acercamiento. Y esto quedó en claro en la noche del domingo cuando el propio Lousteau, buscó despegar de esa antinomia ahistórica propuesta por Carrió y por Macri desde su alianza electoral, que lo encorsetaría dentro de un sector antiperonista en el que no se siente cómodo, pues sabe que de llegar a la segunda vuelta requerirá de muchos votos peronistas y hasta del semioficialismo que ven en la alianza Macri-Carrió aquella rémora del antiperonismo de los fusiladores del 55 y 56 del siglo XX que tantos daños trajo al país. La aparición definitiva de una alianza estratégica entre Massa y De la Sota, a la que se sumaría el resto del “peronismo federal”, así como sectores del peronismo descontento en caso de que se le imponga a Scioli un candidato a vice camporista, termina por enriquecer la próxima elección de agosto.

¿Se verá una lucha entre antiperonismo, peronismo y cristikirchnerismo desembozada?

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