Por Sebastián Dumont.-

Las malas noticias provenientes de Comodoro PY no paran de llegar para Cristina Kirchner y sus colaboradores más cercanos. Sin embargo, ella parece no inmutarse y se instaló desde hace una semana en Buenos Aires, donde se decida a hacer política. Allí recibe dirigentes, prepara excursiones al conurbano y monta escenarios como la semana pasada en la Villa 31. Le gusta jugar con la idea que podría ser candidata a senadora el año que viene en la provincia e Buenos Aires. Éste es el punto que más le preocupa al peronismo, que busca tomar distancia. Pero no van todavía a fondo. Es más, hay información de que ellos mismos esperan que sea la justicia la que saque a Cristina de la cancha y les facilite la labor de tener que animarse a romper con la ex presidente. A esta altura, se dice que los operadores del peronismo ortodoxo son los que más activos están en la justicia y no los del macrismo quienes prefieren mantener con oxígeno a la ex presidente para poder confrontar, incluso, electoralmente.

Fuentes con acceso a Comodoro Py aseguran que el peronismo “ortodoxo” es que está más interesado en que avancen las causas con respecto a Cristina Kirchner. Se trataría de gestiones donde los protagonistas no son tan distintos a los que enfrentaron judicialmente a la ex presidente cuando aún tenía el poder. Es más, desde finales del 2014 esa situación se activó mucho más fuerte y tuvo su pico de tensión máximo con la muerte violenta del fiscal Alberto Nisman.

La reunión de la semana anterior entre CFK y Scioli encendió todas las alarmas. Además de ciertas encuestas que están dando vueltas, donde la ex presidente podría llegar a tener un nivel de aceptación bastante digno en el conurbano profundo. Mucho más si la economía macrista no arranca.

El peronismo no quiere saber nada más con CFK, y es posible que ella con ellos tampoco. Pero no desde ahora, sino desde hace mucho tiempo. Pero en la política, los números mandan. Y por esa razón, intendentes de los llamados dialoguistas con prosapia K no se animan a romper el cerco definitivamente. Hacen un juego ambiguo. En privado aseguran una cosa y en público van y se sacan la foto con la ex presidente. No vaya a ser cosa que la necesiten para sumar concejales en sus distritos.

El problema no es tan grave para los gobernadores, ya que la figura de la ex presidente se centra, básicamente, en la provincia de Buenos Aires.

Hoy la sensación que existe es que no hay interlocutores con Comodoro Py que garanticen un orden en los avances judiciales. Pero no sería eso tan lineal. Se sabe que el peronismo de siempre mantiene algunos lazos con jueces y fiscales que hoy están en plenas operaciones. Varios de ellos tienen cuentas a cobrar de los tiempos de apriete K.

Por tal razón, muchos peronistas “ortodoxos”, sólo por darle una categoría, buscan que Comodoro Py les quite el peso de tener que ser ellos los que rompan con Cristina.

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