Afiches de Cristina que empapelaron Buenos Aires.

Por Guillermo Cherashny.-

Profunda división se registra en el seno del partido justicialista en la provincia de Buenos Aires en su alianza con el Frente para la Victoria y otros partidos menores y el origen de este disenso no es otro que el papel de CFK. En efecto, la ex presidente quiere imponer todos los candidatos y la apoyan el Grupo Patria, integrado, entre otros, por Ferraresi, Mussi, Pereyra, Magario y varios del interior. El otro sector importante es el que lideran Insaurralde y Menéndez, este último de Merlo, acompañados por varios intendentes del conurbano y uno minoritario liderado por Florencio Randazzo acompañado por Katopodis y Zabaleta. El segundo grupo importante reconoce el liderazgo de CFK y se alinea si es candidata, pero si no lo es, quiere discutir, cosa que la ex presidente no aceptaría nunca, y finalmente se sumarían, pero quieren tener injerencia sobre los legisladores provinciales de las ocho secciones electorales, de modo de poder negociar con la gobernadora Vidal obras para su municipio.

En conclusión, si estos dos sectores mayoritarios se ponen de acuerdo, quieren una lista de unidad, pero mientras, los no alineados, liderados por Insaurralde y Menéndez quieren sumar a Randazzo, que sólo quiere las PASO.

En tanto, los cristinistas no quieren saber nada con integrar a Randazzo, al cual consideran un traidor al servicio del macrismo.

Así las cosas, nadie descarta que esta división se profundice y finalmente se presenten dos listas, lo cual beneficiaría a Cambiemos y a Massa-Stolbizer.

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