Por Guillermo Cherashny.-

Ayer señalamos que el domingo se produjo un importante triunfo de Cambiemos a nivel nacional, ya que obtuvo el 36% de los votos contra el 21,30% del cristinismo, el 15% del PJ no K y el 7,35% del massismo, con lo cual, los peronistas y los massistas que ayudaron a Cambiemos a sancionar 87 leyes importantes, como la negociación con los fondos buitres por la cual el gobierno se puede endeudar y otras más relevantes, son los grandes perdedores de las PASO. Entre ellos, Juan Schiaretti, el gobernador cordobés, que es amigo personal del presidente y que perdió por más del 15% en una provincia tan importante en el país y lo mismo ocurrió con Sergio Massa, el primer aliado con el cual Monzó y Frigerio hablaban para sancionar una nueva ley.

En Río Negro, los hermanos Soria dejaron mal parado a Miguel Pichetto, el aliado clave en el senado, y también derrotaron a los neuquinos, que siempre votan con el gobierno nacional.

Por el contrario, el cristinismo salió fortalecido, porque ganará en la provincia de Buenos Aires y ya ganó en Río Negro, Santa Fe y Chubut, y además Urtubey le provocó un dolor de cabeza en Salta, ya que salió primero con el 37%, segundo Cambiemos con 25% y los K terceros con el 17% y donde Urtubey hizo una interna de 5 candidatos que le sumó votos.

En conclusión, por acción del gobierno o por errores del PJ no K y de Massa, que son los que más apoyaron al gobierno, quedaron debilitados y, dada la experiencia, es difícil que vuelvan a negociar. En cambio el cristinismo seguirá oponiéndose irreductiblemente a todo lo que proponga el gobierno.

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