Por Alexis Di Capo.-

La espectacularidad del avance de Sergio Massa en su alianza con el gobierno nacional hizo que en las últimas semanas properaran todo tipo de hipótesis sobre los efectos que este hecho podría tener sobre el futuro de CAMBIEMOS. Por supuesto que los radicales son los más inquietos y, con su silencio público, intentan hacer notar que observan con preocupación cómo un rival electoral de Macri aparece hoy como el principal aliado de éste.

El caso es que las reacciones, aunque con bajo perfil, ya se hacen notar. Ernesto Sanz volvió a retomar sus diálogos con el presidente y un rumor surgió horas atrás en el Comité Nacional de la UCR: que en un giro para demostrar que la Casa Rosada no se encuentra inexorablemente atada a los pasos de Massa, Sanz podría reemplazar a Marcos Peña en la Jefatura de Gabinete de Ministros antes de fin de año. Este gesto sería considerado por los radicales como suficiente para restablecer la armonía. Por otra parte, en los pasillos del poder fastidia cada vez más la locuacidad de Massa, que no se cansa de afirmar que Macri se retirará en el 2019 y que él será su sucesor.

Carrió en acción

En el medio de una serie de maniobras para contener las ambiciones de los renovadores, un nuevo proyecto está tomando forma puertas adentro de CAMBIEMOS. Se trata de que Jorge Macri sea el año que viene el primer candidato a senador nacional bonaerense por el PRO, acompañado en segundo lugar por Elisa Carrió, que ya habría cambiado -a estos efectos- su domicilio de Capital Federal a Exaltación de la Cruz.

En el PRO creen que, por su parte, CFK puede o no presentarse, pero que estaría obligada a hacerlo si, en caso contrario, Florencio Randazzo se quedara con los votos kirchneristas. De este modo, el cargo más disputado y que puede ser el trampolín para una candidatura presidencial tendrá cuando menos tres figuras o cuatro figuras en danza: Cristina o Randazzo, la dupla Jorge Macri-Carrió y Massa. Otra vez una elección fragmentada en tercios y llena de especulaciones acerca de si habrá o no polarización. De más está decir que para CAMBIEMOS, perder la elección tendría consecuencias desastrosas.

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