Por Carlos Tórtora.-

Los festejos macristas para este domingo, que representan la verdadera toma de poder, pueden tener sus sombras. En la Casa Rosada temen -y con alguna información cuentan- que la principal aliada del gobierno dé la nota y se despache en los próximos días con una declaración que lo deje a Mauricio Macri descolocado. En el entorno de Elisa Carrió no niegan que ella no tiene intención de pasar desapercibida entre los ganadores del oficialismo y que no se conformaría con superar holgadamente el 50 por ciento de los votos en Capital. Su propósito sería ir más lejos y dejar en claro, como le gusta definirse, que ella es “la fiscal”. Sus recientes afirmaciones acerca de que Santiago Maldonado podría estar en Chile no causaron simpatía en Olivos.

Aunque no hay precisiones, algunas fuentes sostienen que la diputada podría hablar de corrupción y que su target sería la compra de vagones realizada por Florencio Randazzo a China y por la cual el juez federal Ariel Lijo abrió una causa en marzo pasado. Se trata de 160 vagones comprados a China para el ferrocarril San Martín por 134 millones de dólares; se objetó que se debieron reformar 22 estaciones de esa red porque tenían una altura de un metro menos que la necesaria y que este cambio obligó a un desembolso de 273 millones de pesos más.

Otro de los ejes de la investigación judicial es por la compra de 2.800.000 durmientes de hormigón armado a China que costaron “150 millones de dólares”, pese a que en el país existen cinco fábricas con un precio de un “30 por ciento más barato”.

Otro blanco

Hasta aquí todo entraría dentro de la lógica electoral del PRO y los golpeados serían dos candidatos opositores en Buenos Aires, CFK y Randazzo. Pero entrelíneas otra sería la cuestión. Carrió podría direccionar indirectamente su mensaje hacia otro trasfondo de los negocios con China: el rol de Franco Macri como representante de Citic, que llevó adelante dos operaciones dentro de provisión de 85 vagones para la línea A. Sin licitación, el Estado nacional acordó comprarle los vagones a Citic en una operación que siempre estuvo sospechada de sobreprecios y motivó la apertura de un expediente penal que está en trámite en el juzgado de Julián Ercolini. Es parte de la megacausa que investiga por «asociación ilícita» a la cúpula del kirchnerismo. El monto total de la operación fue de 653.800.000 dólares. En noviembre de 2008, tan pronto el Gobierno anunció la compra, la Coalición Cívica denunció que el valor de cada coche superaba por entre 100% y 160% el valor de los vagones que el mismo consorcio chino había ofertado cuatro años antes en una licitación pública. Todo indica que esa misma comparación era la que hacía Vázquez durante las negociaciones y la que generaba sus temores.

Ahora, la inquietud oficial es si Carrió se atreverá a aguarle los festejos al PRO deslizando los vínculos de Franco Macri con los negociados con China.

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