Por Sebastián Dumont.-

La teoría del purismo para ganar las elecciones le sirvió al PRO y, con el resultado puesto, los elogios a dicha teoría llevada adelante, sobre todo por Marcos Peña y Jaime Durán Barba, fue digna de elogios. Pero no es lo mismo ganar una elección que gobernar. Y a siete meses de la asunción, algunos problemas requieren de la experiencia y el control territorial de dirigentes que el manual de Cambiemos, hubiera sido impensado, al menos, sacarse una foto.

Algo de eso sucede por estas horas en una visita que el jefe de gabinete Marcos Peña realiza al municipio de José C. Paz, gobernado por Mario Ishii, alcalde peronista y uno de los más férreos críticos a muchos dirigentes de su mismo espacio político que auguran un levantamiento social.

No es menor el dato. Marcos Peña se muestra con Ishii el mismo día que el Frente para la Victoria se monta sobre la convocatoria al cacerolazo por el aumento de las tarifas. Las agendas a veces tienen mucho de coincidencia.

Hace ya varias semanas que el rumor circula. Tanto a Mario Ishii como a Alejandro Granados los mencionan como aliados del gobierno nacional y provincial, pero sin pase de por medio. Eso difícilmente sucede. No dejarán su identidad peronista para pintarse de amarillo. Pero tampoco seguirán la tesitura de los jefes comunales que vasculan entre oponerse duramente o mantener el diálogo abierto.

Lo cierto es que, en la necesidad de gobernar y controlar los territorios, el manual de “ir con lo nuestro, lo propio”, va quedando en el archivo.

El propio Marcos Peña lo reconoció días atrás en el programa de Morales Solá cuando dijo que las fronteras del oficialismo estaban abiertas para que se sumen “todos aquellos que tengan el mismo objetivo”. Fue para responder si había posibilidades de más incorporaciones como la de Joaquín De La Torre.

En más de una oportunidad, Mario Ishii aseguró que en José C. Paz no habría ningún inconveniente social y que estaba preparado para contener aquellas familias que pasaran dificultades. Viejo conocedor de cómo una mecha puede encenderse en el conurbano, el mensaje de Ishii al gobierno nacional y provincial es claro. Vidal ya hizo una visita y ahora se suma Marcos Peña, algo que no deja de tener una connotación especial.

Anida también allí otra idea que puede tener sus frutos hacia el 2017. Y es en términos electorales. En el oficialismo no ven con malos ojos que haya un espacio que arme con peronistas sin ser duros con el PRO. Algo así como fue en su momento Sabbatella para el kirchnerismo. Apoyar y jugar electoralmente, pero con una herramienta distinta.

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