Por Guillermo Cherashny.-

Zamora, el intendente de Tigre, está en serios problemas, no sólo porque no tiene reelección sino porque abandonó el Frente Renovador, porque se autoproclama como dirigente del Partido Justicialista. Pero Máximo Kirchner, el futuro presidente de ese partido, no lo incluyó ni a él ni a su esposa Giselle como autoridades provinciales del partido peronista, como era su aspiración. En efecto, Julio Zamora buscaba la cobertura del partido desde que se fue del Frente Renovador antes de las elecciones del 2019, antes que Sergio Massa decidiera unirse al Frente de Todos y cuando esto sucedió se le concedió el derecho a su reelección en una lista compartida con el massismo. Pero Zamora, lejos de intentar reconciliarse con su ex jefe, profundizó las diferencias e intentó acercarse a Máximo Kirchner, pero la alianza de éste con Sergio Massa en diputados es muy fuerte y fracasó en su cometido y fue ignorado en la creación de la Universidad del Delta, además de protagonizar muchas desprolijidades en la gestión, y de ahí que esté buscando un acercamiento con Juntos por el Cambio de Tigre, liderado por el ex actor Segundo Cernadas, que lidera el bloque de concejales opositores para compartir un futuro gobierno liderado por el PRO o bien lanzar una lista vecinal para provocar la derrota del Frente de Todos.

Zamora intentó hablar con Máximo Kirchner pero un intermediario en esa futura reunión le dijo que no podía ser porque: «Roma no paga traidores».

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