Por Guillermo Cherashny.-

La presencia de Juan Sebastián De Stefano y Pablo Biorsi en el video del escándalo de la reunión -supuestamente en el Banco Provincia- daría la impresión de que esa reunión se hizo en la sala de situación de la AFI, porque el director de asuntos jurídicos y el cuñado de la subdirectora de la AFI es muy difícil que salgan de su hábitat natural y esta posibilidad fue admitida por el destacado periodista Carlos Pagni. La presencia de estos dos altos funcionarios de la AFI deja muy mal parados a los camaristas federales Bertuzzi y Llorens, quienes dictaminaron que los responsables del espionaje a diferentes sectores de la sociedad fueron un grupo de cuentapropistas integrados por directores de operaciones y funcionarios inferiores y que Gustavo Arribas y Silvia Majdalani -director y subdirectora de la AFI- no sabían nada y no controlaban a sus subalternos. Por eso procesaron a Majdalani por incumplimiento de los deberes de funcionario público.

El video muestra que se armaron causas a dirigentes presuntamente culpables para la mayoría de la sociedad, con mucha razón, por datos objetivos. Se les armaron causas porque carecían de ganas de buscar las pruebas para procesarlos. Entonces se recurría a la prensa adicta y a intervenciones en los gremios por jueces federales amigos, que aprovechaban para comerciar con dirigentes sindicales ricos una tarifa para no ir presos. Para Bertuzzi y Llorens, los dos camaristas, había un grupo de cuentapropistas muy valientes que espiaban a la hermana y al cuñado del presidente y, entre otros, seguían al periodista Hugo Alconada Mon, que investigaba periodísticamente a Gianfranco Macri, hermano del presidente, y a Angelo Calcaterra primo de Macri, por su propia cuenta. Todo muy raro en ese fallo que da vergüenza y que no resiste el menor análisis.

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