Por Guillermo Cherashny.-

En las encuestas sobre la segunda vuelta en la Capital Federal aparece un alto porcentaje de votos en blanco, que siempre favorecen mucho más a quien marcha primero en las encuestas. El próximo domingo, Horacio Rodríguez Larreta sería el gran beneficiario de éste y otros factores y ganará con seguridad las elecciones. Es natural que así ocurra, por varios factores: las alianzas trotskistas que encabezan Luis Zamora y Miriam Bregman, por lógica, no pueden apoyar a ninguna de las opciones y lo mismo vale para el Frente para la Victoria, inhibido de pronunciarse por Martín Lousteau, quien fue ministro de CFK pero renunció y ahora es un opositor muy crítico. De ahí que sea esperable que esos espacios políticos impulsen a los suyos a votar en blanco. Pero la polémica se hizo sentir en relación al tema, porque Martín Lousteau denunció que el partido amarillo induce a la ciudadanía a votar en blanco, una opción que facilitaría la elección de Rodríguez Larreta como sucesor de Mauricio Macri.

La polémica se instaló porque la opción del voto en blanco tendrá el mismo tamaño en la pantalla que la de los dos candidatos. Tras escuchar las propuestas de ambos partidos, el Tribunal Superior de Justicia definió que el botón de «voto en blanco» ocupará el 20% del total de la pantalla inicial, en una franja horizontal, ubicada debajo de las dos boletas.» Con esta decisión, cambian la pantalla que se usó en las elecciones del 5 de julio y están induciendo al voto en blanco. Es una alteración de las reglas electorales en el transcurso del proceso», aseguró el apoderado de ECO, Mariano Genovesi.

Una nueva incógnita

Pero en la primera vuelta del 25 de octubre es probable que ninguno de los candidatos obtenga el 40% y 10 puntos de ventaja, o bien que pase los 45% para ganar sin necesidad de disputar el ballotage. Entonces habría que ver si influye el antecedente de la Capital, donde el Tribunal Superior de Justicia aprobó poner en pantalla el voto en blanco. Y si bien en el orden nacional no hay boleta electrónica, podría, por ejemplo, el Frente para la Victoria pedir que coloque en el cuarto oscuro una boleta para el voto en blanco o simplemente puede crecer el porcentaje de electores que se incline por esa opción. Las condiciones objetivas para esto se pueden dar, ya que los votantes de Massa y Margarita Stolbizer, que no quieran votar a Scioli por ser opositores y tampoco a Macri, por su soberbia y la “pureza amarilla”, quizá opten por el voto en blanco. Se trata de una hipótesis, pero que lleva a pensar que la inducción a votar en blanco del PRO en la Capital puede resultarle un boomerang en las presidenciales.

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