Por Oscar Dufour.-

Tucumán, detonante de un nuevo escenario político. En octubre alta probabilidad de ballotage entre Sergio Massa y Mauricio Macri.

Sucesos inesperados, fuera de toda previsibilidad política y en apariencia menores, o al menos con elevado intento de minimizarlos por quienes ostentan el poder para realizarlo, suelen ser detonantes de alto impacto, de factores que disparan como este caso, la alta probabilidad de un nuevo escenario electoral para las presidenciales que en octubre próximo se llevaran a cabo en nuestro país.

Las encuestadoras más conocidas, las que tienen como principal “cliente” a Daniel Scioli -no hace falta mencionarlas ya que todos las conocemos-, afrontan por estas horas una repentina encrucijada; cuál será la estrategia que desarrollarán, para poder seguir manteniendo la “polarización” electoral, que desde hace ya un largo tiempo, vienen instalando junto a funcionales “operadores”, y que llevan a la falacia, que la elección de Octubre va a definirse entre Scioli y Macri. Si bien las PASO del pasado Agosto demostraron, que no hay dos sino tres candidatos con posibilidades de acceder al “sillón de Rivadavia”; Sergio Massa lo corroboró, dando cuenta de manera contundente e irrefutable con el caudal de votantes que logró. Distintos factores que se van colectando a la fecha, describen un nuevo escenario político, muy distinto a los difundidos, con una elevada probabilidad de certeza.

Ballotage entre Sergio Massa y Mauricio Macri. Scioli fuera de competencia.

Lo breve y bueno dos veces bueno, solían insistirnos nuestros mayores para el desarrollo de una apretada comunicación social como es este caso; en el que podría abundar en datos y detalles, pese a un obediente y exultante Daniel Scioli que se desdibujó intentando defender lo indefendible al llenar de elogios al Gobernador Alperovich y al candidato Manzur, y pese a las recientes declaraciones del Secretario Legal y Técnico de la Presidencia de la Nación, Carlos Zannini, compañero de fórmula de Scioli; al intentar minimizar lo sucedido el pasado Domingo, en la elección llevada a cabo en la Provincia de Tucumán al afirmar que las denuncias de irregularidades «Son denuncias que tienen por objetivo tratar de deslegitimar el resultado electoral. Esto fue un ensayo. Van a intentar a hacer lo mismo, denunciar fraude, porque otra cosa no saben hacer»; lo sucedido en la noche de ayer lunes, abre a nivel nacional un nuevo escenario político , cuando la “Plaza Independencia” de la capital tucumana vio después de las 20 horas la concurrencia de más de 30.000 opositores, que se estaban rebelando contra el “sistema feudal” de la Provincia, reclamando pacíficamente transparencia al tiempo que denunciaban graves irregularidades en los comicios, y que fueron violentamente reprimidos por el Gobernador Alperovich, hecho absurdo y sin atenuantes repudiable; está brindando además a todos los argentinos y en particular a los bonaerenses una importante lección, ya que luego de las PASO, no salieron a defender el “fraude” que dirigentes opositores como Felipe Solá, denunciaron en la Provincia.

En conclusión: Todos los sucesos ocurridos recientemente en la Provincia de Tucumán, estaban fuera de toda previsibilidad, son un detonante de alto impacto, de factores que dispararan la alta probabilidad de un nuevo escenario electoral para las presidenciales que en Octubre próximo se llevaran a cabo en nuestro País. Pese a los encuestadores, pese a los medios de comunicación funcionales al oficialismo, pese a todas “las presiones habidas y por haber”; con Daniel Scioli (FpV) fuera de carrera, nos dirigimos hacia un ballotage entre Sergio Massa (UNA) y Mauricio Macri (Cambiemos).

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