Por Guillermo Cherashny.-

En el PRO insisten en que hubo un empate técnico en la provincia de Buenos Aires como anticipaban muchas encuestas y para el gobierno que gane la ex presidente por el 0,5 al 1% es un empate técnico, aunque la diferencia será de entre 45 y 90.000 votos, ya que votaron más de 9 millones.

En la arremetida final de Cambiemos, no sólo la paliza que Vidal le dio a Brancatelli fue clave sino los $ 1500 que todos los meses el Banco Provincia les regala a los empleados de la gobernación y de los 123 municipios y también los créditos Argenta para beneficiarios de la AUH, que ya llevan otorgados más de medio millón y la mayoría en el conurbano.

También hay que agregar que sigue el fútbol gratis hasta que terminen las elecciones, en una medida de estricto corte electoral, ya que sólo para verlo en el sistema HD hay que pagar 300 pesos por mes, que para los sectores del conurbano son muy importantes para el bolsillo.

En este sistema populista que se instaló el 10 de diciembre de 2015, que se basa en el gradualismo económico, hubo una caída del PBI del 2,5% el año pasado, que en 2017 rebotará el 2,7%, aunque este trimestre, hasta las elecciones del 22 de octubre, el rebote será de 4/5% y, aunque todavía no llegó al bolsillo del votante, los otros beneficios antes enumerados sí se sintieron y pesaron en las PASO.

Los representantes más conspicuos del gobierno, como Fernando Iglesias, que se pasea por la televisión denostando al populismo, no sabemos cómo calificarían estos «favores» a los sectores más pobres, pero demuestran la hipocresía en decir que se salió del populismo para ir hacia la racionalidad y, si bien lo último es real, el populismo sigue, aunque ya no sea autoritario sino democrático; pero no hay que engañarse: el populismo sigue vivito y coleando.

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