Por Guillermo Cherashny.-

Ya es un secreto a voces que tanto en el PRO como en los radicales que responden a Ernesto Sanz, es decir, la mayoría, no quieren saber nada con que la ex presidente termine presa en algunas de las causas que las incriminan y el argumento que utilizan es que no quieren tener problemas con las movilizaciones de La Cámpora, por temor que se desarrollen incidentes y se desencadene una muerte no deseada. Pero en realidad, el argumento principal es otro y es que Cristina esté en libertad para dividir al peronismo, cuestión imprescindible para que Cambiemos gane la elección de senadores en el año 2017. Y en ese sentido apunta la intención del gobierno de eliminar las PASO, porque creen que Sergio Massa quiere utilizar ese mecanismo para derrotar al cristinismo. De ahí que utilicen como argumento que la boleta única electrónica no se podría aplicar por las numerosas listas que se presentan a las PASO y que la gente no quiere votar 4 o 6 veces, aunque la única vez que se votó tantas veces fue en la Capital Federal, porque el PRO desdobló la elección para Jefe de Gobierno de las presidenciales del año pasado.

El objetivo del gobierno es que haya dos peronismos: el de Randazzo y el de Cristina, y un neoperonismo y socialismo con Massa y Stolbizer.

Esta aspiración de que Cristina no ingrese a la cárcel ya fue transmitida ante la justicia federal y la decisión es que sólo Lázaro Báez y Cristóbal López paguen los platos rotos, y quizás también Julio de Vido y Ricardo Echegaray, pero nunca la ex presidente de la Nación.

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